Transgénicos o alimentos orgánicos

El gobierno anunció que está en elaboración una ley que permitirá la introducción y cultivo de alimentos genéticamente modificados más conocidos como transgénicos cuyo efecto en el ser humano aún está en debate.

En Bolivia sólo la soya se cultiva con semillas transgénicas las que, de acuerdo a sus defensores, son más resistentes a las plagas, aseguran buenas cosechas y eliminan gran parte de la mano de obra.

Esta forma de cultivo también resta trabajo y el mercado se reduce ya que la mayoría de los países compradores, prefieren productos orgánicos y no los modificados por la mano del hombre.

Organizaciones ambientalistas ya advirtieron sobre los riesgos que implica la introducción de nuevos alimentos genéticamente modificados, entre ellos, se pondría en riesgo la diversidad nativa y la seguridad alimentaria debido a la contaminación que estos cultivos podrían acarrear.

Los campesinos pobres serán los más afectados ya que no podrían competir con sus alimentos orgánicos y se sumirán en mayor dependencia y pobreza.

Lo paradójico del tema es que el gobierno a través de su mayoría en la Asamblea Constituyente aprobó un artículo que prohíbe, “la importación, producción y comercialización de organismos genéticamente modificados y elementos tóxicos que dañen la salud y el medio ambiente.

Aunque en franca contracción en la misma Constitución Política del Estado existe otro artículo que establece que “la producción, importación y comercialización de transgénicos será regulada por ley”.

Lo cierto es que sin un estudio previo sobre los efectos que podría causar estos alimentos en la salud humana y en la economía campesina su introducción tendrá un alto riesgo y echará por tierra la tan publicitada defensa de la Madre Tierra.

Fuente: LA PATRIA