La vitamina C, una aliada en el invierno

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El nombre químico de la vitamina C es "ácido ascórbico", y está muy asociado como "preventivo" para los resfríos pero, si bien esto es real, ya que aumenta la resistencia a las infecciones, no es su única virtud.

Según mencionan en la página web nutri-salud.com.ar, dentro de las vitales funciones que cumple en nuestro organismo, se pueden citar:

* Favorece la absorción del hierro no hem (que es el hierro que se encuentra en los vegetales, cereales y legumbres), ver artículo "anemia y fortificación de harina de trigo"

* participa en la cicatrización de las heridas, fracturas, contusiones, hemorragias y encías sangrantes,

* actúa como antioxidante,

* aumenta la resistencia a las infecciones,

* protege la función pulmonar.

* Su deficiencia genera escorbuto y litiasis biliar.

Si bien es una vitamina hidrosoluble y, como tal, se excreta a través de la orina, su excesivo consumo (sobre todo a través de suplementos nutricionales) puede generar diarrea, anemia hemolítica y retención de los depósitos de hierro.

Ahora bien, ¿en qué alimentos encontramos esta vitamina?

Pero cuidado, la vitamina C es de rápida oxidación, por lo tanto, debemos evitar exponerla al aire, al calor y al agua.

Consejos para aprovechar al máximo la vitamina C:

* Si exprime un jugo de naranja u otro cítrico deberá tratar de consumirlo lo antes posible.

* La cocción de los alimentos que la contengan debe ser corta y con la menor cantidad de agua posible: ¡los mejores métodos son al microondas y al vapor!

* Las frutas y verduras enlatadas ya han perdido gran cantidad de esta vitamina.

* En el caso de los productos deshidratados pasa lo mismo que con las verduras y frutas envasadas o enlatadas.

* Conserve los alimentos fuentes de vitamina C en recipientes oscuros y a temperaturas bajas.

* Prefiera los alimentos crudos a los cocidos.

Fuente: LA PATRIA