Exportaciones de gas y minerales disminuyeron la presente gestión

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Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) elaborados para un periodo de cuatro meses (enero- abril) de la gestión en curso y utilizados para fines estadísticos por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), señalan claramente que las exportaciones bolivianas disminuyeron en ese periodo con relación al mismo tiempo de la pasada gestión.

Para ese registro influyó el movimiento del sector tradicional, que comprende la producción y venta de hidrocarburos (gas) y el caso de los minerales. Las cifras de manera general muestran que entre enero y abril de este año las ventas al exterior sumaron 2.589 millones de dólares, 10% menos con relación al mismo periodo del 2018 cuando el registro de ventas obtuvo 2.874 millones de dólares. La relación explica que, de igual manera el volumen de exportación general se redujo en 24 por ciento, es decir de 7.997.970 toneladas a 6.054,202 toneladas del año presente.

De manera específica en el sector tradicional, el caso de hidrocarburos y minerales, el descenso fue del 12 % en valor y de 29 % en volumen, aunque separando los rubros, se establece que en el caso de hidrocarburos la caída fue del 30 % en volumen y del 16 % en valor. Por separado el movimiento de minerales se redujo en una proporción del 13 % en volumen exportable y de 9 % en valor recuperable. Aunque estas variaciones parecerían no ser significativas para las autoridades sectoriales, como el caso de minería, en el otro rubro de hidrocarburos y de gas concretamente, el tema es delicado puesto que se estaría incumpliendo compromisos de venta a la Argentina y Brasil. En ambos casos influye de algún modo, la baja demanda de los compradores, situación consignada en acuerdos contractuales.

No es la misma situación que se presenta en el caso de la minería con una baja en los volúmenes de exportación dependiendo del tipo de concentrados que demandan los mercados externos, hecho que influye negativamente en la recuperación de utilidades, entiéndase como divisas para el Tesoro Nacional y vía impuestos y regalías para departamentos y municipios, donde se realizan operaciones mineras de diverso volumen. (Ver infografía)

En un resumen del movimiento exportador nacional, está claro que en la presente gestión del 2019 comparada con la pasada, hay un descenso en volumen y valor especialmente de nuestras materias primas, hidrocarburos y minerales, las razones han sido explicadas obviamente, sin embargo en el caso de la minería quedan ciertas dudas pendientes, cuando los entendidos en el rubro, no llegan a entender cuáles son los motivos para no atender los pedidos de autoridades, por un lado, de empresarios por el otro, para asignar mayores recursos a los sectores de la minería y metalurgia, sabiendo concretamente de la existencia de yacimientos mineros, que deben ser adecuadamente prospectados, explorados y certificados para su habilitación como nuevas fuentes de empleo y rendimiento minero.

Se considera como una alternativa especial, frente a la crisis coyuntural en la producción de hidrocarburos, decrecimiento especialmente del gas, el impulso específico a la actividad minera con visión diversificadora de nuestra economía, ampliando por una parte los yacimientos "tradicionales", tal el caso de Colquiri y Huanuni, entendiendo que todavía tienen riqueza en vetas maravillosas, lo que permitirá un tiempo prudente para encarar nuevos proyectos que aumentarán los volúmenes de producción y exportación de minerales, pero también asegurarán miles de empleos, elemento fundamental en materia socio laboral, en un país como el nuestro en que la mayoría de empleo es informal.

Se habla de muchos proyectos mineros, sin embargo la atención oficial, está dirigida a los macro proyectos, del litio en los salares de Uyuni y Coipasa, además del hierro en el Mutún, en los que se han hechos fuertes inversiones y sólo se anota parcial aprovechamiento de sub productos que son exportados, pero el proyecto global del litio, tal parece que todavía demorará si se toma en cuenta una realidad que ya ha sido asimilada por la competencia, caso de Chile y Argentina, donde ya saben que "no es suficiente tener litio para fabricar las baterías de energía para los coches eléctricos". Una advertencia que también vale para el caso nuestro, tomando en cuenta que seguimos haciendo experimentos.

En el otro extremo de nuestra geografía y sabiendo además que también hay una fuerte competencia en la explotación de hierro en un yacimiento vecino del territorio brasileño, es de suponer que la producción de fierro y acero también están a la orden de una extremada demanda internacional, por lo tanto, en los dos macro proyectos, nuestra realidad es digna de ser tomada en su justa dimensión.

Lo que no significa que mientras tanto, sigamos perdiendo tiempo y oportunidades para enfrentar decididamente la reactivación de la minería mediana y chica, privada y estatal que nos permitan encarar nuevos proyectos mineros con rentabilidad apropiada y de sustento a la renovación minera, pero con el objetivo de cumplir el paso hacia la industrialización de nuestros concentrados y como nueva materia prima para su transformación en productos que seguimos comprando en los mercados externos.

La disminución en los promedios de producción y exportación de nuestros productos tradicionales, hidrocarburos y minerales, debe constituir una llamada de atención para que nuestras autoridades adopten las medidas necesarias para promover los cambios que son urgentes para reestructurar la Comibol con elemento profesional de la materia, establecer una renovada política minera, reglamentar la Ley 535 y garantizar "seguridad jurídica" para la atracción de inversiones. Se trata de elementales condiciones, nada complicadas, si se antepone capacidad, autoridad y voluntad política, para recuperar una minería yacente principalmente en la zona occidental del país y con perspectivas de sorpresa en el sector oriental. Las actuales autoridades son responsables de cambiar los discursos y promesas, por una realidad de proyectos a ejecutarse.

Medios. Agencias. P.M.