Contrabando: Un peligro de muerte

La actividad ilegal del contrabando, se ha convertido en un peligroso negocio que amenaza la seguridad de los encargados de combatirlo y pone en riesgo la integridad de personas que se dedican a financiar y movilizar grandes cantidades de la más variada mercadería en peligrosas caravanas de camiones de alto tonelaje.

Es decir que el contrabando en nuestro país es parte de una labor casi rutinaria de elementos que además de manejar fuertes capitales para la compra de toneladas de mercadería, transitan por peligrosos "campos minados" en territorio chileno, pasando al nuestro en zonas desguarnecidas de la extensa frontera con el país trasandino. Se da el caso que pese a la destrucción de muchos kilómetros de vías ilegales ya en territorio boliviano, los camioneros y pobladores de varias comunidades que sirven de "postas" a los contrabandistas se han dado el trabajo de restablecer algunos tramos para permitir el tránsito de los pesados camiones.

En pasados días las actividades en la zona fronteriza confrontaron noticias desagradables por el saldo de víctimas fatales a raíz de enfrentamientos entre efectivos militares que ahora custodian las fronteras y contrabandistas que evitaron de manera violenta la incautación de su mercadería y hasta prefirieron incendiar sus vehículos. Por supuesto la pérdida de mercadería fue un duro golpe a la actividad de los contrabandistas.

Por lo que se observa también en el último tiempo, los contrabandistas se han organizado de tal modo que actúan coordinadamente, al ser parte de tres "bandas delincuenciales" que controlan la compra, definen las rutas de las caravanas eludiendo controles y desafiando en nuestro territorio a las fuerzas de control y lo hacen utilizando armas de fuego, lo que implica el peligro de serios enfrentamientos que pueden acarrear víctimas entre personas de los grupos de vigilancia o de los contrabandistas fuera de la ley.

El contrabando es un fenómeno comercial irregular pero de mucho peso, pues pese a las incautaciones que se producen de algunos camiones, la fuerza de este movimiento irregular tiene listos más "acoplados" con más mercadería y persistiendo en el uso de rutas abiertas por las caravanas, eludiendo los todavía escasos controles militares en la frontera.

Es increíble la inversión de miles de dólares por parte de los contrabandistas que se permiten preparar "camiones señuelos" para distraer y confundir a las fuerzas de seguridad, mientras una parte de carga voluminosa penetra en el territorio boliviano por rutas alternas habilitadas por los traficantes con ayuda de comunarios de algunas localidades donde abiertamente se han dispuesto grandes depósitos que se convierten en una especie de "postas" para la circulación de los grandes camiones procedentes de Chile.

En versión del viceministro de Lucha Contra el Contrabando, en medio año de la pasada gestión 2018, se registró el ingreso de mercadería ilegal, desde el puerto de Iquique y la Zona Franca de esa ciudad, por un valor de 1.500 millones de dólares, una suma impresionante si se toma en cuenta el volumen de la mercadería que significó esa inversión y que de uno u otro modo, llegó a los mercados del país, empezando en Oruro y redistribuida al interior.

El contrabando es un peligro de muerte, dadas las actuales condiciones en que operan tres o más "bandas" de traficantes, debidamente organizadas, armadas y con un sistema moderno de comunicación, para alertar y asegurar el tránsito de contrabando, eludiendo los controles fronterizos. Hay un latente peligro en la lucha contra un delito que no se achica, lamentablemente crece.

Fuente: LA PATRIA