Estrategia de transporte ferroviario

No hay país en el mundo que no tenga o esté ligado a sistemas de transporte ferroviario, en la mayoría de los casos se trata de estrategias de orden nacional de Estados, disponer de los "trenes", para el movimiento de carga voluminosa cuando la misma es de transporte más barato por esa vía que la marítima, si además se toman en cuenta distancias y fletes.

El transporte ferroviario tiene otra connotación particular en varias ciudades de países vecinos, con el funcionamiento de los llamados "metros" que movilizan a miles de ciudadanos en rutas definidas, mientras que se mantienen vigentes los servicios de trenes de pasajeros entre provincias, ciudades y con ampliación de orden externo hacia la vecindad donde el ferrocarril es insustituible y transpone fronteras, facilitando el acercamiento e intercambio de grandes contingentes de ciudadanos vecinos.

El hecho es que gobiernos que tienen planes de integración apropiados y pensando en factores de cantidad de personas, bajo condiciones de seguridad y comodidad, tienen el ferrocarril como elemento estratégico, el que además cumple un servicio estratégico para facilitar el comercio exterior, una condición apropiada en la alternativa de llevar o traer grandes volúmenes de carga, en algunos casos incluso como parte de un transporte alternativo hacia puertos de los océanos.

A propósito, el tren bioceánico que planteó Bolivia y que ha recibido inusitado apoyo de países inversionistas, significará un enorme avance en la integración de los dos océanos con estaciones en el Atlántico y el Pacífico, en este proyecto pasando por territorio boliviano y con un punto de redistribución en la ciudad de Oruro, por naturaleza centro ferroviario del país. Esa perspectiva de futuras operaciones locales, debe motivar una decisión más imperiosa por parte de nuestras autoridades para emplazar una estación ferroviaria a la "altura" de un servicio transoceánico y que además permita una vinculación ferroviaria, hacia destinos como Argentina, ciudades de Chile, por supuesto el Perú y las combinaciones que sean habilitadas en función a las necesidades del sistema.

Pero aquí surge la paradoja, hablar de vinculación internacional cuando no podemos hace años reponer el servicio ferroviario hacia Cochabamba y de ese distrito con la habilitación de un corto tramo que falta, unir la red occidental con la ya pujante red oriental, una empresa que en los últimos diez años ha invertido más de 120 millones de dólares para incrementar su capacidad de transporte, tanto de carga como pasajeros. El ferrocarril del oriente brinda actualmente servicios de logística integral competitiva para satisfacer necesidades de transporte de enormes volúmenes de carga y miles de pasajeros.

Frente al reto que plantea el futuro proyecto del tren bioceánico, es prudente que con el tiempo suficiente, se mejore el servicio ferroviario del occidente, con mayores servicios y considerando imprescindible el restablecimiento del servicio de trenes y ferrobuses entre Oruro-Cochabamba, la conexión con el ferrocarril del oriente y viceversa, una red de primer orden que merece tratamiento especial en materia financiera. Se trata de la integración boliviana al mundo.

Fuente: LA PATRIA