El Vivir Bien una alternativa para enfrentar la crisis ambiental

En la actualidad la crisis ambiental amenaza a toda la sociedad, especies y subespecies que forman parte del ecosistema, sufren las consecuencias del cambio climático, distintos son los factores que han afectado al medio ambiente, desde las posturas antropocéntricas, el desarrollo, consumismo, etc., es así que el interés por salvar el planeta forma parte de las políticas de los Estados y Organizaciones Internacionales; pero también se han gestado nuevos paradigmas entre ellos el Vivir Bien; pero ¿cuáles son las dimensiones de este paradigma?; ¿qué es el Vivir Bien?.

Según Pacheco D. (2014), el vivir bien presenta dos dimensiones en las que se desarrollan e interpretan los atributos de este paradigma, la primera está relacionada con aspectos materiales, afectivos y espirituales; en esta dimensión se trata de la satisfacción de las necesidades esenciales, la afectividad, el reconocimiento social y la relación horizontal entre los seres supremos y la naturaleza, así los rituales son los espacios de diálogo entre los seres humanos con la Madre Tierra.

Como pueden observarse las dos dimensiones representan la filosofía holística del Vivir Bien, que reúne todos los aspectos y componentes para la vida.

El Vivir bien es la propuesta alternativa al capitalismo en la que se vive mejor, se consume hasta agotar recursos, al contrario de lo que ocurre con el vivir Bien y que tiene sus orígenes en el Abya Yala, en esa relación estrecha existente entre el ser humano y la naturaleza y que revaloriza los saberes y cosmovisiones de los pueblos indígenas.

El vivir bien como señala Huanacuni (2010), es el horizonte de transitar que implica la reconstitución de la identidad cultural de herencia ancestral milenaria�la apertura a nuevas formas de relación de vida (ya no individualistas sino comunitarias), la recuperación del derecho de relación con la Madre Tierra y la sustitución de la acumulación ilimitada individual de capital por la recuperación integral del equilibrio y la armonía con la naturaleza.

En el entendido de recuperar esa relación con la naturaleza y sobre todo reconocer que la Madre Tierra tiene derechos, el pensamiento antropocéntrico queda sustituido por la reciprocidad y contrario a lo que propugna el desarrollo porque desintegra la vida comunal y lo que necesita el planeta es más bien la integración, pero a partir de la plenitud y lograr el equilibrio y armonía con los ciclos de la Madre Tierra.

En el vivir bien entonces surge una preocupación por el otro y la naturaleza, deja de lado el individualismo, y a partir del reconocimiento de los Derechos de la Madre Tierra, esta alternativa puede resultar viable para enfrentar la crisis climática así dejar de cosificar a la naturaleza. Sin embargo; este modelo de vida aún se encuentra en proceso de construcción y transición, ya que las fuertes raíces del paradigma civilizatorio tendrían que ser sustituidos por el paradigma del Vivir Bien y para ello se requiere de la implementación de políticas e intervención de todos los actores: gobierno, sociedad civil, para la factibilidad del mismo.

(*) Abogado-Arquitecto

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