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Domingo 15 de abril de 2018

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Revista Dominical

Martha López León y el arte sacro

15 abr 2018

Por: Marlene Durán Zuleta - Poeta, escritora, compositora e investigadora de la cultura orureña

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Antropóloga y Artista Plástica, invitó a participar de su exposición de Arte Contemporáneo, Curaduría Arte Sacro: "Para todos los que creen en �l, para todos los que dudan de �l, para todos los que no creen en �l, pero todos sabemos que él existe". "recordando la muerte de Cristo", en la Casa de la Cultura Simón I. Patiño. Poco usual realizar estas memorables actividades en fin de semana y habiendo permanecido hasta el martes 10 del mes en curso, logrando alcanzar que el público se aproxime y se concentre en el sacrificio de Jesús. El ingreso ofrece la sensación de estar en un santuario, me aturdí de tanta misericordia.

El cuidadoso impreso reza: "Todos tenemos una única misión, dar vida y producir muchos frutos, pero cada uno ha de hacerlo según su vocación y su ministerio en la comunidad. Los puestos no cuentan y los honores tampoco".

El mundo sabe cómo murió, es decir ese desenlace cruel y fatal, rememoramos cada otoño. Por ello denominamos Semana Santa, ese desorden condensado en ira fue uno de los episodios en la vida de Jesús. Los sucesos se fueron multiplicando hasta compartir el signo de la insensibilidad. Elegido por el Padre, físicamente quedó con rasgos de impotencia. Sin embargo todo estaba escrito y consumado.

Fueron horas de pasar por ese claustro de meditación, los cantos gregorianos, nos retornaron al misterio. En un abrir y cerrar de ojos todo fue religioso, se apoderó la cromoterapia hasta el aire que respiramos, la fe se tornó vital, necesaria en todo lo que tiene vida.

Ese contorno de tules oscuros, comunicó dolor, y fue llamativo el centro que rodeaba mesas individuales, talladas a la época del estilo de Luis XV.

Nos observan rostros repetidos, multiplicados de Jesús. Expresiones de fatiga, cansancio acumulado, visión cerrada, la luz de las velas iluminaba el ambiente, era tenue, etéreo. Dio la certidumbre de estar en el velorio de Jesús, el astro, el eterno horizonte.

El testimonio como prisma define :¿Por qué mataron a Jesús?, el silencio es estéril, el olor a incienso, la campana que repica, es otra forma de comunicarse, la verdad con la técnica que Martha López León ha empleado, "cuero endurecido con matricería, reciclaje y falso vitral y todo el material que connota la temática", es discreta en esta emotividad. Su fe es evidente, se puede percibir a través de su obra, cuando a pesar de leer sus escritos, también se oye un murmullo:

Un pretexto: "porque exterminaron a Jesús?"

"Por ser fiel a Dios Padre".

"Por ser libre, con la libertad de la verdad".

"Por seguir fielmente el mandamiento del amor".

"Por ser amigo de los pobres y de los pecadores".

"Por querer cambiar el culto hipócrita y engañoso".

"Por anunciar la conversión del corazón".

"Por vivir con la doctrina del amor de Dios hasta el final".

"Por formar un mundo nuevo".

"Por creer en el Dios de la vida y la justicia".

Un arreglo de rosas frescas de colores tenues con un lazo color cobrizo, resalta para el acontecimiento, vuelve el mensaje "Vida, pasión y muerte de Cristo".

Prosigue un cortísimo recorrido por los alrededores de este espacio, donde se leen mosaicos de escritos, prima el espíritu de valorar la vida, honrar la justicia, la sensatez.

Otro ambiente oscuro, parece reservado para responder a la interrogante, allí parece estar aguardando con ese misticismo que lo envuelve, Jesús lleno de paz, en sosiego. Todo él aureola, resplandor que alumbra y deslumbra.

La obra de Martha López León, es una muestra donde se siente lo esotérico, todos tenemos la fortuna de aproximarnos a Jesús y sentir la unción. Somos libres de llegar a lo insondable de este ministerio.

Quienes hemos tenido la vicisitud de asistir a ese templo transitorio, breve por el tiempo de contemplar la exposición, nos hemos subyugado ante el sumo, ecuánime, Jesús inmortal.

Recapitulando ese encuentro, ese jornal de esperanza, no fue fantasía sumergirse en el candor que sólo Jesús nos hace sentir, el impacto fue positivo, espontáneo, natural. Es decir, difuminar las palabras con sinos para llegar al aura. La realidad fue, fomentar desde el fondo de la sombra, las puertas oscuras, las luces apagadas, como un duelo nocturno, exposición inolvidable para rememorar hasta el fin del tiempo, cuando habremos de fundir nuestra carne convertida en cenizas, amor puro de alabanza.

Enhorabuena la exposición de Arte contemporáneo, curaduría arte sacro, de Martha López León.

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