Complejo de mamitis (coloquial), derivación del complejo de Edipo (psiquiatría)

Es una realidad existente en las sociedades el tema llamado coloquialmente mamitis que, psicológicamente es una derivación del complejo de Edipo. Las especulaciones son extensas, empero, esta desviación que surge de la relación madre-hijo, no es la única, aunque la más frecuente; también madre hija y padre-hija. Lo importante para reconducir esta deformación social es el diálogo, pero uno tripartito cuando se trata de cada una de las tres posibles alternativas precitadas como las más refulgentes.

Cuando el hijo delata un apego excesivo y sumisa dependencia a la madre y ésta lo patrocina, para que aquél convalide sus decisiones previa consulta con ella; la esposa no debe recurrir en ninguna circunstancia a la defensiva, sino acudir a la fundamental alternativa del diálogo con amor y sentido conciliatorio, estructurando su fundamento en la percepción de los consejos de la madre con preferencia y respeto, sin embargo, las decisiones finales serán tomadas en el ámbito estricto del matrimonio.

También se presenta ocasionalmente una profunda unión entre padre e hija, que aquél atesora y propugna que su hija no se relacione con hombres con tendencias a tratarla como un reflejo de lo que fue su propia vida como hombre. Esta admonición le causa enorme desazón interna ¿Cómo superar ese intríngulis?, abstrayéndose de sus propias experiencias y desechando de su mente que otros hombres actuarán como él, entonces, surgirá la aproximación amistosa con el pretendiente de su hija-tesoro y el padre mismo plantará la semilla de amistad: invitándolo a cenar, al cine a una exposición de arte, a una conferencia, a un partido de fútbol y aconsejando o ayudando en sus preocupaciones estudiantiles o profesionales; los resultados nunca equivocan su rumbo cuando la intención es honesta.

En la relación madre e hija cualquier derivación negativa es más viable a solucionarla, debido a que las hijas son determinantes e inamovibles en sus decisiones y cuando éstas aman a su pareja no se interpone nadie y es ella precisamente la que puntualiza el deseo de no injerencia.

Estos problemas de orden de dependencia y gratitud por el ser y la vida, son solucionables si se impone el diálogo inmediatamente detectado el atisbo de problema, con la impronta del amor, a la consideración y comprensión a los roles: hoy hijo, mañana padre, o hija, pronto madre. Todo se circunscribe al entorno que se le asigne al diálogo: honestidad, crudeza respetuosa en la exposición para evitar eufemismos. Cuando en una familia está presente el problema no se debe deambular en la incertidumbre, sino afrontarlo con coraje y elevado respeto, evitando sobre todo herir los sentimientos, dedicación, sacrificio y protección dedicado por los padres a los hijos.

Es natural contemplar que es difícil para un ser humano que nace del amor de sus padres, desprenderse de esa dependencia, ante los problemas cotidianos que entraña la evolución del crecimiento, empero, debe considerarse que no es justo causar sufrimiento a otra persona que se ama, por no afrontar la situación. Por ello la labor intelectiva de los actores es primordial para comprender con decisión y realidad diáfana que no deben ejercerse influencias ni estratagemas recíprocamente entre padres e hijos, cuando se inician escarceos de enamoramiento, o peor, en las etapas de construcción de un hogar con otra persona.

(*) Abogado corporativo posgrados en Interculturalidad y Educación

Superior, Docencia en Educación Superior, Conciliación y Arbitraje, doctor honoris causa, escritor.