Los mensajes más extremos inclusive señalaban "en el DÃa de la Mujer no aceptes que te feliciten", "quien acepta que le feliciten en el DÃa de la Mujer es porque leyó la historia", y otros por el estilo.
Obviamente, la reacción de los varones no se hizo esperar, algunos en tono de protesta escribÃan "tanto reclamaban flores y bombones y ahora resulta que ya no quieren", otros en tono de burla se reÃan y algunos confundidos por esa actitud preguntaban "¿Cómo es que siempre reclaman y ahora resulta que no quieren flores?", "ahora no dejan que ni siquiera se las felicite".
Quienes asumieron la campaña para no recibir felicitaciones o regalos como flores y bombones, explicaron que no se querÃa que ese dÃa se convierta en una jornada corriente de festejos superficiales, porque no se celebraba el hecho de ser mujeres, sino que se trataba de la conmemoración de la vida que ofrendaron cientos de ellas en la lucha por el respeto a sus derechos y por la igualdad de oportunidades, recordando sobre todo a aquellas que murieron quemadas en un incendio ocurrido en la fábrica de camisas Triangle, en Nueva York, Estados Unidos, el año 1911, porque fueron encerradas y no tuvieron posibilidad de salir.
Lo cierto es que si bien se ha avanzado en la equidad, aún hay mucho por hacer, pues el pensamiento machista difundido desde la antigüedad; que consideraba a la mujer como un ser inferior y falta de raciocinio, que la colocaba en una categorÃa inferior a la de los animales; ha sido heredado e hizo que hoy en dÃa la lucha tenga que continuar por la igualdad de derechos, oportunidades y obligaciones, para que se deje de separar a la sociedad en hombres y mujeres, y se comience a mirar a seres humanos.
Sin embargo, empoderar a una mujer no quiere decir volverla un varón en versión femenina, no quiere decir que ella aprenderá boxeo o judo para ir a golpear a los varones, tampoco se trata de convertirse en hombre, de vestirse como ellos, adoptar actitudes varoniles o medir fuerzas haciendo exactamente lo mismo que hacen ellos.
Empoderarse como mujer significa volver a su esencia, ser femenina, aceptar y valorar el hecho de ser dama, y más aún, reconocer su valÃa por la simple razón de ser humana, de que está en este mundo con una misión como cualquier persona.
Como su nombre lo dice empoderar es dotar de poder. El poder de las personas está en su interior, en la auto aceptación, en el valorarse a uno mismo, en el amor propio, en su crecimiento como humanos.
Además que para empoderarse no es necesario pisotear a nadie, ni a la persona ni sus derechos, no significa devolver mal por mal, sino todo lo contrario, una persona humilde y compasiva tiene mucho más valor, más poder que alguien que por surgir humilla, maltrata o pisotea a los demás, sobrepasa sus derechos e invade los del otro.
Dowling muestra cómo las mujeres temen ser independientes porque el mundo de afuera, más allá del hogar, está dominado por hombres que han sido entrenados para enfrentarlo y no temen caerse y volver a levantarse, que no temen quedarse sin nada y comenzar de cero. Pero ellas no, ellas fueron entrenadas para atender el hogar, ocuparse de las necesidades de los miembros de la familia, a mantenerse en esa zona de confort que puede no ser muy agradable pero al menos es una realidad que conocen y por lo tanto no es aterradora ni amenazante.
Otras se cuentan la mentira de que aguantan lo que sea por sus hijos, aunque ellos ya tengan su propia vida, hecha y derecha.
Todas esas actitudes le quitan su poder a la mujer, y muchas inclusive acaban en un hospital o en una tumba, porque no tuvieron el valor de decir basta, de irse del ambiente hostil en que vivÃan o de frenar la violencia a la que se ven sometidas.
El empoderar a una mujer no quiere decir volverla marimacho o hacer que odie a los hombres, sino significa que se convertirá en una persona quien más bien aprecia y valora a los varones por el hecho de que son humanos igual que ella, quien desde su feminidad aporta con su sabidurÃa, quien es capaz de crecer y ayudar a que lo hagan quienes la rodean, desde la independencia y no desde la necesidad, quien se reconoce como alguien capaz y merecedora de dejar su impronta en la sociedad, quien acepta su propia valÃa y no necesita tener una pareja para que la valide como ser humano, alguien que puede alcanzar sus sueños y vivir su propia existencia disfrutando al máximo lo que hace, sola o acompañada, quien puede formar pareja desde el amor y no desde la necesidad.
Como decÃa Eduardo Galeano, "el machismo es el miedo de los hombres a las mujeres sin miedo" y una mujer empoderada es una mujer sin miedo o quien lo ha vencido, enfrentándolo.
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