Bolivia un país integrador

La estratégica ubicación de Bolivia en el mapa sudamericano muestra claramente su incomparable posición integracionista al estar rodeado por miles de kilómetros fronterizos y con varios países en su entorno, como no sucede con ninguno de los vecinos, de ahí que internacionalmente se conviene en señalar a nuestro país como el centro integrador más activo de la región.

Con todos los países de la vecindad geográfica limítrofe se practican programas de vinculación, unos de mayor actividad que otros, especialmente en materia de intercambio comercial y de manera especial, con un proceso reconocido por los vecinos chilenos que valoran la importancia del movimiento económico que desarrollan los comerciantes bolivianos.

Otro tanto sucede en los sectores fronterizos de Bolivia con Perú y Argentina, en el otro extremo con el Brasil, la zona fronteriza más extensa con tres mil kilómetros y una vinculación de múltiple intercambio comercial y de tentadora oferta turística en muchas localidades del vecino país.

Está clara nuestra posición geográfica que constituye un nexo natural para la vinculación de personas a través del comercio, el turismo y la simple circulación entre las localidades que marcan los límites de frontera, en todos los casos abiertos en ambos lados para mantener un acuerdo implícitamente reconocido aunque no siempre con las ventajas que podrían darse si se define una política de libre tránsito y sólo con la presentación de la cédula de identidad y el control exigible de orden aduanero, por factores de seguridad.

El crecimiento del comercio en toda la región se sobrepone a ciertas condiciones todavía vigentes con características restrictivas, especialmente en materia de la venta de algunos productos que en el caso de algunos vecinos, tienen una ventaja en función de precios que resultan más económicos en nuestro territorio debido al factor cambiario por la relación del precio del dólar y la política nacional que mantiene inalterable un cambio, que elimina condiciones de competencia.

En la parte ilegal que por supuesto no está ausente en este proceso, hay un fluido movimiento económico que produce ganancias ilícitas al tratarse del contrabando que manejan capitalistas y que tienen sus preferencias de penetración en nuestro territorio aprovechando la extensa frontera que nos rodea, aunque está visto que tal negocio irregular se produce con inusitada frecuencia y una cuantía millonaria que procede de Chile y satura los mercados nacionales.

Fuera de esos hechos lo positivo de la política integracionista de los países del área especialmente en el cono sur, es que se dan paulatinamente acuerdos que permiten desarrollar programas de control en fronteras, otros que profundizan el comercio legal y varias alternativas para que Bolivia sea realmente un nexo entre los dos océanos, ofreciendo ya un corredor bioceánico terrestre, se perfila el ferroviario y hay planes muy interesantes para fortalecer la región.

En ese contexto de ubicación internacional de Bolivia, dentro de nuestro territorio está el Departamento de Oruro, centro regional del nacional, para la integración. Vale la pena que se tomen en cuenta esas ventajas para promover cuanto antes el funcionamiento del Puerto Seco, que será un complemento imprescindible para ampliar los proyectos mayores de comercio internacional. Hay que hacerlo.

Fuente: LA PATRIA