Transformación de la educación

Aunque el tema de la transformación educativa en el país, es aún controvertible, especialmente desde el punto de vista de algunos sectores sindicales del magisterio, en el nivel oficial se asegura que la inversión en educación es una clara muestra de su transformación. Lo importante es que entre el 2006 y el 2016 la inversión pasó de 5.519 millones a 21.934 millones de bolivianos, lo que representa un 236 por ciento de incremento presupuestario.

Desde el ministerio del ramo, se explica que "el haber sostenido el alto nivel de inversión permite tener recursos disponibles para contratar más maestros, construir más unidades educativas, dotarlas de equipamiento apropiado, incluyendo computadoras, laboratorios y una serie de implementos que permiten a maestros y alumnos, disponer de mayor comodidad para enseñar y aprender".

Un hecho innegable es que el sistema ha mejorado sustancialmente y se debe a la disposición de mayores recursos en el plano del presupuesto general de la nación, estableciendo como ejemplo que en la gestión 2016 el gasto oficial de la administración central alcanzó a 12.253 millones de bolivianos, correspondiendo el 78.1 por ciento de ese total al ítem de enseñanza, que comprende el traspaso de fondos a los nueve servicios departamentales de educación (Seducas), por un valor de 9.572 millones, con lo que se concretó el incremento salarial para los maestros, la creación de 3.000 nuevos ítems y el pago de trabajadores y profesionales del área.

Un aspecto ponderable es el que señala que "entre 2002 al 2015 la tasa de analfabetismo se redujo de un 20 a un 2,94 por ciento", como aseguran en el ministerio de educación. Este hecho es connotativo y en todo caso, salvo algunas observaciones aisladas, el proceso educativo en general ha mejorado sustancialmente, considerando que el índice de analfabetos es mínimo y no se descuidará su atención, para disminuir totalmente el problema.

Algunos analistas apuntan el tema, señalando que "a largo plazo el dinero erogado en educación, permitirá que las nuevas generaciones accedan a cursos superiores, en universidades e institutos tecnológicos, para adecuarse a las necesidades de cada región en la demanda de profesionales útiles al desarrollo del país". Se añade como justificativo que "este proceso garantiza el desarrollo económico porque no se puede tener soberanía científica, si no se cuenta con un capital humano apropiadamente preparado. Estamos comprando tecnología porque no tenemos capital humano para asumir la responsabilidad vinculada con la producción y el desarrollo", se afirmó.

En realidad, se observa que hay adelantos en materia educativa, pero se trata evidentemente de una cadena, cuyos eslabones principales están en la educación primaria y secundaria, y para fortalecer la cadena de educación liberadora, tienen que enlazarse con el eslabón importante de una universidad que también se transforme, en función de crear profesionales aptos a las necesidades del país. La inversión en educación debe contemplar su total transformación desde la escuela, el colegio y la universidad.

Fuente: LA PATRIA