¿Qué pasa con el pliego de Oruro?

Parece que este año estamos retrasados en la elaboración, consideración, aprobación y oportuna presentación del acostumbrado "Pliego petitorio de Oruro", salvo que de manera reservada y en alguna instancia igualmente encubierta se estaría preparando un petitorio de algún sector de la orureñidad, que por supuesto no sería expresión de los intereses regionales.

En todo caso, la organización cívica de Oruro como lo hizo en anteriores ocasiones podría seguir la costumbre de presentar un listado de pedidos y un detalle de necesidades de los orureños, con la esperanza de que el Gobierno nos atienda en algunos requerimientos, considerando oportuna la ocasión de celebrar otro aniversario de la Revolución Orureña, el próximo 10 de Febrero y recibir algún obsequio.

No es casual que en ciertos niveles superiores de orden político, ni siquiera se mencione a Oruro y alguno de sus connotados ciudadanos para incluirlo en la lista de dignatarios de Estado a la cabeza de algún ministerio, que dicho sea de paso se distribuyen en buen número entre los departamentos del eje central, y ocasionalmente de algún otro distrito caso Potosí, con ministros de minería que todavía no han logrado reactivar ese sector productivo.

A nivel interno todavía no hay acuerdos para aprobar el estatuto autonómico y su reglamento, tampoco se aprueba la Carta Orgánica, por lo mismo el desarrollo en el departamento sigue siendo dependiente de la voluntad centralista del Gobierno encabezado eso sí, por un ciudadano orureño, pero más ocupado en los temas del país que en algunos problemas de su tierra.

Ya se anticipó que el Mandatario inaugurará oficialmente la carretera asfaltada Oruro-Pisiga, un anhelo orureño de hace medio siglo y que tardó más de una década en hacerse realidad y que será parte del primer corredor bioceánico terrestre para agilitar el enorme movimiento de tráfico de mercadería de y hacia Bolivia, proyecto que debería complementarse con el Puerto Seco, que por falta de voluntad política, sigue siendo una gran esperanza para Oruro.

Nuestras autoridades tal parece que no han asumido responsablemente el reto de generar desarrollo departamental, utilizando apropiadamente los pocos recursos económicos que se dispondrán en una gestión de muchas restricciones, obligando a priorizar proyectos de beneficio colectivo que sean una muestra de eficiencia en busca de mejorar las condiciones de vida de una población que espera el cumplimiento de programas de saneamiento básico, salud, educación, aceras y vías transitables, antes que aparatosos proyectos de enorme gasto y poca utilidad social.

Se aproxima otro aniversario cívico de Oruro, y la perspectiva de ésta celebración parece que no tiene variantes con años anteriores, en que hubo mucho ruido y pocas nueces, la diferencia de este año es el inusitado interés de las autoridades por mostrar su trabajo ante el Jefe de Gobierno que por su parte está en pos de encontrar opciones para justificar su atención a Oruro, aún sabiendo que no hay una sola obra que merezca reconocimiento ciudadano.

Fuente: LA PATRIA