Lunes 18 de enero de 2016
ver hoy
Cuando se habla del contrabando, se evalúa su dinámica funcional, es decir el modo en que se desempeñan los protagonistas de esta actividad ilÃcita, hay que convenir en que la misma se ha convertido en toda una institución.
Para empezar la justificación de lo que puede parecer una exagerada apreciación, hay que tomar en cuenta los miles, quien sabe millones de dólares que mueven este negocio y los réditos que producen, para sus grandes capitalistas, pero en una escala reducida e impropia en beneficio del Erario Nacional.
Si se trata de grandes capitales, posiblemente manejados como consorcios de enormes perspectivas, hay que imaginarse simplemente todo el aparato que se mueve para comprar toneladas de mercaderÃa, de la más variada, embarcarla en gigantes camiones de doble carrocerÃa y lanzarla en viaje hacia las rutas de una extensa y casi desguarnecida frontera en la que no existe un adecuado control que impida la carrera de transportar miles de kilos de contrabando, incluyendo coches "chutos", lÃnea blanca, aparatos electrodomésticos, de sonido, televisores y computadoras, celulares por miles, telas, bisuterÃa, ropa nueva y de moda, pero también centenares de fardos de ropa a medio uso que mencionamos sólo como referencia complementaria de ese tráfico ilegal de cosas que saturan los mercados del paÃs.
Fuente: LA PATRIA
