Jueves 01 de octubre de 2015
ver hoy
¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...
El medio ambiente en el que vivimos, trabajamos y nos relacionamos, influye en nuestra salud, actividades fÃsicas, rendimiento, emociones, pensamiento, concentración, etc.
Son muchas las situaciones del medio ambiente que nos provocan estrés: ruido, tráfico intenso, mala iluminación, poco espacio disponible, temperaturas extremas, contaminación, etc.
Aun sin darnos cuenta, estos estÃmulos sobreestimulan a nuestro organismo. Esta sobreestimulación altera el funcionamiento de nuestro cuerpo y afecta su equilibrio, provocando estrés.
El estrés es un proceso que responde a nuestra necesidad de adaptarnos al entorno, en constante cambio; pero resulta perjudicial si es muy intenso o se prolonga en el tiempo.
El resultado es irritabilidad, cansancio, apatÃa, agresividad, confusión mental y depresión.
Con frecuencia no nos damos cuenta de cómo nos afecta, nos acostumbramos y pasa a ser parte de nuestra vida. Debido a que solo podemos modificar o solucionar aquello que conocemos y reconocemos.
No se trata necesariamente de eventos muy intensos, es suficiente con que se acumulen durante largos perÃodos de tiempo; y la manera en que la persona los interpreta o se enfrenta a ellos le afecta negativamente.