Viernes 02 de marzo de 2012
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Editorial y opiniones
ENTRE COLUMNAS
Los periodistas no son policías
02 mar 2012
Por: Rodolfo Mier Luzio
La incapacidad de los fiscales y operadores de justicia elegidos, no siempre por sus méritos profesionales, les lleva a cometer errores que más parecen actitudes obsecuentes para congraciarse con el actual Gobierno, antes que un afán de investigar hechos delictivos y administrar justicia. Claro, si el Ejecutivo considera a la prensa y los periodistas “enemigos” del proceso, qué mejor que hacer “buena letra” llevando a los estrados judiciales a quienes ejercen el periodismo, y así congraciarse con el Ejecutivo, sin importar la forma de hacerlo.
Esa parece ser la razón por la cual, un fiscal de Sustancias Controladas citó, en Cochabamba, a dos periodistas de un canal de televisión a declarar por la presunta comisión del delito de “omisión de denuncia” por no haber denunciado el tráfico de precursores; con un desconocimiento vergonzoso de la Ley de Imprenta y otras que están consagradas en La Constitución Política del Estado, y normas, no sólo nacionales, sino también internacionales.
El Artículo 8 de la Ley de Imprenta, vigente en nuestro país, expresa: “El secreto en materia de imprenta es inviolable”. El artículo 9 de ese mismo cuerpo legal, además afirma: “El Director o impresor que revele a una autoridad política o a un particular el secreto anónimo sin requerimiento del juez competente, es responsable, como delincuente, contra la fe pública, conforme al Código Penal”. Así, el gerente de contenidos del canal, no estaba, obligado, ni mucho menos, a revelar y denunciar el hecho. Por otra parte el periodista, estaba cumpliendo con su labor de informar del hecho; eso, ya es por sí sola, una denuncia pública.
