Por manejar una analogía de padecimientos de salud hay que convenir en que la de Emao, la Empresa Municipal de Aseo, está muy deteriorada y precisa con urgencia una transfusión para sobrevivir y recuperarse, de lo contrario su colapso puede ser inminente.
No es prudente hacer sólo críticas cuando el enfermo no recibe atención de urgencia y menos recibe medicación para paliar sus males, por tanto hay que reconocer que el equipo de Emao, si se tratara de una empresa en otro país con mayores índices de desarrollo, simplemente estaría fuera de servicio y posiblemente apilado en un depósito de chatarra, así de simple, entendiendo que los motorizados adquiridos hace años, gracias a un soporte de JICA Japón, permitió poner en marcha a la moderna empresa de aseo Dimensión Enasa, que planificó un nuevo sistema, segmentando la ciudad, creando áreas para el depósito de los desechos y estableciendo cierta disciplina ciudadana para la entrega de basura.
Esa empresa, que además comenzó con el asesoramiento de técnicos chilenos y capacitó a varios profesionales bolivianos, estrenó un interesante parque de motorizados, que lamentablemente no han sido renovados y en la actualidad como sucede con los “contenedores”, propiamente están fuera de servicio, pero el ingenio, voluntad y un golpe de suerte, hace que esos motorizados todavía cumplan su tarea, así sea en deficientes condiciones.
Si los días normales existen deficiencias en el recojo de basura, problema en el que también tiene mucha responsabilidad la ciudadanía indisciplinada, hay que imaginar la sobrecarga de trabajo que representó limpiar la ciudad en los días del Carnaval cuando la cantidad de basura triplica su volumen, mientras no pasa nada con las pocas unidades motorizadas que todavía funcionan y el personal de servicio que parece aumentar de número por contado tiempo, sin que se dispongan otras alternativas para conjurar la situación.
Así observando el tema de la Emao hay que convenir en la necesidad de estudiar una estrategia que la salve de una lenta muerte si no se adoptan medidas urgentes, por ejemplo para reemplazar con urgencia sus maltrechas unidades motorizadas, que son la base del trabajo de limpieza, recojo y traslado de basura a las áreas de relleno establecidas.
El asunto es directamente económico y en esa perspectiva se precisa medidas de emergencia como la de destinar recursos financieros para renovar por lo menos parte del parque automotor y disponer al mismo tiempo políticas administrativas más reales y efectivas que permitan cubrir los costos de operaciones, sin que el recojo de basura sea una carga a la Comuna, al contrario, como explicaban en su momento los técnicos chilenos de Dimensión – Enasa, el recojo y tratamiento de basura debe considerarse como un buen negocio que permite mantener un equipo motorizado en óptimas condiciones y el suficiente personal debidamente equipado para desarrollar su difícil y sacrificada labor.
Este hecho no impele a llamar a la conciencia ciudadana para que de manera más disciplinada evite una sobrecarga de trabajo a la EMAO, que de manera urgente necesita una transfusión financiera que salve su vida y le reponga la necesaria vitalidad en su servicio cotidiano.
Fuente: La Patria
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