Reino Unido teme restricciones de agua en el verano de las Olimpiadas

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Millones de británicos han sido llamados hoy a restringir sus duchas a cuatro minutos ante el temor a que una de las peores sequías en el Reino Unido en las tres últimas décadas obligue a restringir el agua el próximo verano, cuando Londres celebrará los Juegos Olímpicos.

Las lluvias en el valle del Támesis y la capital británica se han situado por debajo de la media en 18 de los últimos 23 meses, lo que ha llevado al Ministerio de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales británico (Defra) a declarar oficialmente esta semana la situación de sequía en gran parte del sudeste de Inglaterra.

Las compañías de agua de la región insisten en que para evitar cortes en los próximos meses es indispensable que la población tome medidas como cerrar el grifo al lavarse los dientes, arreglar posibles filtraciones en las tuberías de sus casas y aprovechar la capacidad de sus lavadoras el máximo posible para no malgastar recursos.

Reducir en un minuto el tiempo de la ducha, subraya el Ministerio, puede suponer un ahorro de hasta nueve litros de agua.

Además de los esfuerzos por parte de la población y las empresas, los británicos confían además en que la tradicional meteorología lluviosa del Reino Unido termine solventando la situación: "Crucemos los dedos para que en las próximas semanas suframos un tiempo gris, húmedo y miserable", ironizaba hoy el diario "Daily Mail".

Este es el segundo invierno en el que las reservas de agua del sudeste de Inglaterra están especialmente bajas, y se teme que la sequía se pueda extender al resto del país en pocas semanas.

Una de las preocupaciones principales de las autoridades es la posibilidad de que Londres sufra restricciones de agua durante la celebración de los trigésimos Juegos Olímpicos de la era moderna, el próximo agosto, cuando los cientos de miles de visitantes que llegarán a la capital británica aumentarán drásticamente las necesidades de agua en una ciudad de ocho millones de personas.

El nivel de muchos ríos ingleses está por debajo del que se registró en 1976, cuando una de las peores sequías que se recuerdan en el país acabó con parte de la vida salvaje de la región, avivó los incendios durante los meses de calor e hizo ascender el precio de los alimentos.

Fuente: Londres, (EFE).-