Domingo 19 de febrero de 2012
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Esta expresión suele utilizarse cuando alguien debe enfrentarse a una situación en la que seguramente se prevé que va a fracasar.
En la Historia de los doce Césares y en la narración correspondiente a la vida de Claudio, Suetonio pone esta frase en boca de los gladiadores que se disponían a luchar. Los gladiadores eran prisioneros de guerra condenados ad gladium, a la espada, o ad ludum, a los juegos, que en el difícil caso de sobrevivir, podían incluso llegar a obtener la libertad.
Margarita Candón en: Diccionario de frases hechas de la lengua castellana
Fuente: La Patria