ACFO pretendió desviar la ruta oficial de la demostración carnavalera

En un acto inédito de ostentación de fuerza la Asociación de Conjuntos del Folklore de Oruro (ACFO), presidida por Jacinto Quispaya, pretendió desviar la ruta oficial de la Entrada de Carnaval , con una increíble actitud que solamente se puede interpretar como de abierto sabotaje al área turística denominada “Zona Cero”, impulsada por el Consejo del Santuario de Nuestra Señora del Socavón que es conducido por el R.P. Jairo de Jesús Salazar, en consecuencia en franco perjuicio del Santuario del Socavón y la comunidad de religiosos de la Orden Mariana que sustentan el culto y la fe a la Virgen de la Candelaria.

Ya desde el sábado, durante la peregrinación hacia el Santuario de la Virgen del Socavón, gente contratada por la ACFO, impedía que los devotos danzarines completen su singular danza en el perímetro de la plaza del Socavón, privando de apreciar nuestra riqueza coreográfica a los espectadores apostados en la “Zona Cero”.

Entrevistado por nuestros periodistas el Presidente de la ACFO, salió con el vano argumento de que se “están vulnerando nuestras tradiciones”, al exigírsele que sea más explícito dijo que: dejo como opción el hecho de “buscar salidas de escape alternas a la “Zona Cero”, considerando la comodidad de los danzarines, esto sólo el Domingo de Corso”. Sin embargo como se pudo comprobar no era una opción, sino una imposición mezquina.

No es posible que el presidente de la ACFO ignore que, la ruta oficial del carnaval se fija de acuerdo a Resolución Municipal, se elabora un croquis o plano de la ruta, que se publicita con anticipación, para que el comercio y otras actividades conexas se organicen debidamente, y de ninguna manera se deja al capricho de la “comodidad de los danzarines”.

Durante algunas horas promediando la tarde, se impuso el sano criterio de meritorios danzarines que durante muchos años protagonizan nuestro inigualable antruejo y el de varios espectadores presentes, para que obedeciendo sus airadas observaciones los Conjuntos Folklóricos completen la ruta oficial pasando por la histórica plaza del Socavón, frente al Santuario de la virgen que motiva todo este fastuoso acontecimiento social.

La “Zona Cero”, proyectada y concebida por el Consejo del Santuario de Nuestra Señora del Socavón, dirigido ejecutivamente por el Vicepresidente de la institución, el orureño Gerardo Araujo, se planificó hace dos años como una zona netamente turística, pensando en la seguridad y comodidad de los visitantes, en un área acordonada, acomodados en butacas, donde no se permiten ebrios, juego con agua, vendedores ambulantes, publicidad comercial, etc. Además servicio de alimentación, refrigerio, acceso a un baño higiénico, y recibe como obsequio recuerdos del Carnaval y del Santuario.

Esta iniciativa vista como un avance positivo y jerarquización de la “Obra Maestra”, cuenta con la autorización del Gobierno Municipal, los vecinos de la zona aledaña y los vendedores de la feria de miniaturas o “Calvario”. Porque es generadora de un hecho económico multiplicador, en razón de que toda la infraestructura de graderías y parasoles se realizó en Oruro, gana también quien atiende el servicio de alimentación, personal de seguridad, etc.

Los sacerdotes de la Comunidad Mariana rectoras del santuario, pagaron a la Alcaldía los derechos correspondientes por los metros que abarca el área. Con el aporte financiero de voluntarios particulares que comprometieron su capital, motivados por la idea altruista de que toda la utilidad que genere el proyecto irá en directo beneficio de la Comunidad Mariana, que además de regir el Santuario, a su vez, sustentan varios proyectos de utilidad social y cultural, como la asistencia profesional gratuita en derecho, psicología, asistencia espiritual y otras actividades de interés público.

Al contrario de lo que ocurre con la ACFO, que en proporción al millonario presupuesto que maneja, calculado en más de un millón y medio de bolivianos su aporte al Santuario es mínimo, pese a que en sus intervenciones públicas sus directivos, siempre aluden que su motivación es la devoción y se deben a “la Mamita del Socavón”.

Fuente: La Patria