Domingo 19 de febrero de 2012
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No es una exageración señalar que no hay referencia alguna sobre un hecho más significativo que el Carnaval de Oruro en todo el componente geográfico andino y en el continente. Se trata del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, título conferido por la Unesco al acontecimiento devocional y pagano que se realiza en la ciudad de Oruro, Bolivia.
Remarcamos ese aspecto de religiosidad y paganismo en una mezcla que sólo puede observarse y sentirse estando en Oruro, viviendo lo más cerca posible esa simbiosis que permite a los protagonistas, en este caso los miles de danzantes, pasar en cuestión de horas del cielo al infierno.
Meses de esfuerzo en la preparación personal, física y coreográfica de los devotos tiene su final de gloria el sábado de peregrinación y el complemento de jolgorio pleno el domingo de Carnaval y días siguientes. El primer día de incomparable e inimitable fe y devoción es el cumplimiento de la promesa a la Virgen del Socavón, los días siguientes se distribuyen entre el Dios Momo y entre los mitos pétreos de la leyenda andina de Huari, las plagas y la aparición de la Ñusta trasformada en la virgen morena de Oruro.
Fuente: La Patria
