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Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 La Anata: produccion y fiesta en las comunidades - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
En la cosmovisión andina existen dos periodos de tiempo claramente definidos el awtipacha (tiempo seco) y la jallupacha (tiempo de lluvia). Refiriéndonos a este último. La Jallupacha es considerada como periodo del tiempo femenino ligado a la fertilidad de la tierra, en una estrecha relación con la época de la producción agrícola. Que muchas veces por las características geográficas y las condiciones climáticas “adversas” que presenta la región andina. Como el caso de las sequías, heladas o a veces incluso por los excesos de lluvias se tornan difíciles y complicadas. A decir de Gomel: “La lluvia como ser viviente, muestra también sus caprichos y equivocaciones como cuando cae en momentos en que no se la necesita” (Van Kessel y Larrain; 1997:96).
Por estas consideraciones que el proceso de la producción agrícola. Los sembradíos y la crianza de los ganados requieren de sumo cuidado, dedicación, comprensión, y sobre todo cariño. De ahí que desde tiempos muy antiguos para los habitantes de la región andina ha sido una constante “necesidad” el efectuar los rituales de producción. Como una forma de sintonizarse en un marco de relación reciproca, oportuna y equilibrada con las deidades de la producción y del “mundo” andino. Uno de estos ritos es sin duda la anata. Que según Llanque: “…anata (…) forma parte de las tradiciones antiguas del tiempo pre colonial que se tuvieron en la zona de los andes”. Tomado del documento de trabajo interinstitucional; Prefectura de Oruro, Cepa y Carrera de antropología (2005:14).
La anata en cuanto rito de producción implica para el aymara realizar la tumpa (visita) a los diferentes sembradíos y evaluar su crecimiento y desarrollo. Atender en las necesidades que estos puedan presentar. La extracción de los primeros frutos sin duda genera satisfacción y alegría para la familia que todos quieren “agarrar” el nuevo producto para k’ayachar (acariciar). Como diría Van Kessel: “Los productos de la cosecha, especialmente las primicias son tratados con respeto y gratitud…” (1993:26). Y para la buena culminación de la producción, será necesario realizar un acto sencillo con q’uwa, incienso, coca y alcohol. Así como el adornado de los sembradíos, los ganados y las casas.
En algunas comunidades estas visitas se efectúan los primeros días de febrero. Pero por lo general se las realizan en los días previos al carnaval.
Este ambiente de producción. Es inherente a las comunidades del área rural en esta época. De sembradíos en pleno florecimiento, de pastos nuevos para el ganado y lagunas de relativo tamaño con agua. Un panorama más que alentador.
Esto, independientemente de los factores climatológicos que pueden causar algún tipo de daño y perdidas más que todo en la producción agrícola. Pero frente a eso está el optimismo y la creencia del hombre aymara en las deidades del mundo andino: La Pachamama, Los Mallkus (cumbres más sobresalientes del Ayllu y/o la Marka) y otros. Conforme a las ofrendas y rituales que se han realizado.
Todo esto constituye un marco adecuado y emotivo. Con lo cual el comunario se encuentra “listo” para la celebración de la anata. Y para ello con bastante anticipación ensayan en la composición e interpretación de las nuevas melodías de acuerdo a la región los instrumentos como La Tarqa, El Musiñu, El Pinkillu propios de esta época. La interpretación de nuevas melodías. Presentar un nuevo huayño, una tonada alegre en la fiesta de la anata es muy importante. Ya que forma parte de la creatividad de sus músicos y compositores. Además esto le da un sentido de realce. Una característica de identificación propia en relación a otro conjunto de la otra parcialidad. Así el día principal de la anta en un lugar convenido del ayllu o la marka, dependiendo de la región. Cada conjunto o comunidad expone su mejor coreografía, colores y tonalidades en un sentido de encuentro y contrapunteo con la otra parcialidad u ayllus.
Este mismo espíritu alegre y entusiasta convoca a la participación en la anata andina de la ciudad de Oruro. Participación masiva que no debe ser entendida como un esfuerzo de las delegaciones. Sino como una oportunidad de mostrar sus productos, danzas y melodías a los habitantes de la ciudad así como a las otras comunidades.
El adornarse con flores en los bordes de los sombreros y otras partes de la vestimenta. O el cargase la paquma (productos nuevos mas con sus tallos). La utilización de elementos como la serpentina y otros. Denota una expresión de alegría, vistosidad y colorido en una constante búsqueda de la estética andina.
(*) Es egresado de antropología e investigador
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