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Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 La conquista del espacio exterior: Una necesidad vital - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
La conquista del espacio exterior: Una necesidad vital
18 feb 2012
Por: Adhemar Ávalos Ortiz
Fuera de la órbita del planeta Tierra existe el llamado espacio exterior, extraño, poco conocido y muy interesante en el sentido de posibilidades de vida para el ser humano o cualquier otra especie extraterrestre. Desde que los primeros “homo sapiens” alzaron su vista hacia el cielo comenzaron las preguntas en diferentes niveles de racionalidad. No entendían su origen y devenir, simplemente veían los astros y a partir de ellos concebían dioses. Todas las civilizaciones antiguas lo hicieron.
El ser humano conquistó la Tierra desde tiempos pretéritos, primero a partir de su observación de que el territorio es inmenso y después entendiendo que su riqueza en medios de subsistencia era enorme. La especie humana resultaba poco numerosa y los recursos naturales prácticamente inagotables, a pesar de periodos de hambruna por fenómenos naturales. Durante miles de años le dieron sustento y lo harán durante cierto tiempo más, pero hoy somos más de 7 mil millones y progresivamente la situación será radicalmente distinta. Los alimentos y todo tipo de materia prima, además del espacio vital, serán cada vez más escasos. Por otra parte es candente el tema de los desastres naturales que el planeta conoce de sobra en su larga existencia de 4.575 millones de años, ya que los procesos de extinción global han sido sumamente destructivos al punto de acabar con casi todas las formas de vida, las que se restituyeron, aunque con especies distintas, en el transcurso de muchos millones de años.
En este contexto cambiante y peligroso, el ser humano no puede, ni debe, darse el lujo de despreciar realidades fundamentales. Tiene que buscar otros planetas, ya sea en el Sistema Solar o fuera de él para emigrar en caso de una catástrofe global. Y el tema es sumamente importante porque no sabemos cuándo puede suceder, pero sí sus consecuencias. Una reacción cataclísmica del manto, la capa por debajo de la corteza de la Tierra con naturaleza entre líquida y sólida, además de inestable, puede provocar una serie continua de erupciones volcánicas que generen gases de efecto invernadero en cantidad impresionante y una nube de ceniza por todo el planeta como ocurrió hace 250 millones de años en Siberia (Rusia), provocando la desaparición masiva del 95% de las especies de la Tierra. O, también, podría chocar con la Tierra un asteroide de decenas de kilómetros de diámetro con similares consecuencias. Lo peor es que no se sabe en qué momento, motivo por el cual debemos tomar previsiones anticipadas.
Sin embargo, el Gobierno de Estados Unidos, dirigido por Barack Obama, ha clausurado el Proyecto de la NASA (Agencia Espacial del país del Norte) para viajar a la Luna y Marte con vuelos tripulados por astronautas, privilegiando programas militares y sociales. Es evidente que se debe cuidar a la gente, pero también se tiene que asumir una posición seria respecto al control de la natalidad, lo que no se hace de ninguna manera, con algunas excepciones. Pero, fundamentalmente, el nudo del problema yace en el gasto en el desarrollo de armas de todo tipo que supera ampliamente al que se requiere para la investigación del espacio.
Para llegar a la Luna y Marte, estableciendo bases permanentes con presencia humana, y a fin de encauzar la investigación dirigida al desarrollo de naves con velocidades que se vayan acercando paulatinamente a la de la luz no se requiere más allá de 200 mil millones de dólares por año, quizás menos, suma razonable si se considera lo que se gasta en el desarrollo y fabricación de armas. Así no sería necesario afectar a programas sociales. Simplemente se debe proceder al desarme global y a la liquidación de la guerra como medio de resolución de conflictos.
Es un egoísmo inusitado, y hasta una estupidez, limitar fondos para la exploración espacial y los seres humanos tendremos que arrepentirnos tarde o temprano. Los volcanes o asteroides no escogen determinadas regiones geográficas o personas, simplemente se desatan o llegan. En un instante de catástrofe ya no se podrá hacer nada para salvar a la Humanidad, ¿o se piensa que los pocos sobrevivientes podrán reconstruir lo que hoy tenemos? Tarea casi imposible o por lo menos dificilísima. Eso si algunos quedan vivos.
En caso de asumir y desarrollar programas inteligentes para la conquista del espacio exterior, aunque la mayor parte de la especie humana perezca en un cataclismo, será suficiente que un millar, aún menos, de humanos llegue a un lugar seguro con condiciones de vida aceptables fuera de la Tierra para continuar el milagro de la salida de África de grupos poco numerosos de “homo sapiens” en aras de la supervivencia de la especie. Esto debe importarnos.
(*) Politólogo
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