Viernes 17 de febrero de 2012
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En octubre Argentina tendrá en oferta sus primeras baterías de litio para teléfonos y laptops, aunque usará un elemento importado: las pastas (o aleaciones) necesarias para los ánodos, cátodos y electrolitos.
Pero en el próximo año el país vecino producirá las propias pastas y se habrá lanzado a vender productos terminados de litio -incluso baterías para autos- todo a partir de iniciativas privadas y estatales bien coordinadas.
En Bolivia, en cambio, acaba de anunciarse que la ya añeja planta piloto para producir carbonato de litio, una etapa que equivale a gatear en una carrera, entregará sus primeras sales en 2015, un año después de lo previsto.
Chile está por delante en la venta de carbonato de litio: es el primer exportador mundial, pero sigue muy demorado respecto de la industrialización. Algunos expertos chilenos culparon de este rezago al hecho de que el litio fue declarado de interés estratégico para la economía chilena, con lo que las empresas privadas tenían muchos obstáculos. La respuesta de Chile fue rápida, y el martes el subsecretario de Minería de Chile, Pablo Wagner, anunció la licitación de los derechos de explotación de unas 100.000 toneladas de litio durante 20 años. “Tenemos claro que si nos atrasamos mucho en poder desarrollar este proyecto ahí sí que perderíamos competitividad y podríamos irnos a la mitad de la participación de mercado” dijo Wagner.
Fuente: La Patria