Alerta a los padres de familia

Desde un tiempo atrás hasta ahora, pareciera que a nadie le interesa la salud de niños y jóvenes estudiantes que se encuentran frente al paredón de inminente suicidio.

La mayoría de los médicos del mundo, investigadores y la OMS. Han determinado que el azúcar industrial es letal para la salud, descalcifica y destruye los huesos. Si Ud., amigo lector quiere, comprobar esta gran verdad, vaya al cementerio y observe los huesos de los difuntos de unos ocho a diez años: ¡Qué sorpresa! Parecen esponjas y de color pardo. Observe también los huesos de los difuntos de unos 100 o más años, de quienes no consumían azúcar y otros alimentos chatarra; los huesos son duros, compactos y de color blanco.

Aunque parece increíble, peo: “fruto de décadas de trabajo, los científicos están en condiciones de afirmar que por inaudito que pueda parecer: En el tracto gastrointestinal se aloja un segundo cerebro muy similar al que tenemos en la cabeza”. Por lo que podemos afirmar que existe una estrecha relación entre el cerebro y el estómago. (Revista Muy Interesante No. 190, agosto 2001, pág. 20)

IBID 2001.- “El tubo digestivo está literalmente tapizado con más de 100 mil millones de células nerviosas, casi exactamente igual que la cifra existente en toda la médula espiral estructurada que junto al encéfalo (cerebro, cerebelo y tronco encefálico) forma el denominado sistema nervioso central”.

El niño o joven estudiante aprende tal como se alimenta. Actualmente se observa sustancias nocivas para la salud como: saborizantes, antioxidantes y colorantes censurados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), son vendidas indiscriminadamente como ingrediente de dulce y golosinas en los kioscos “lugar de suicidio”, de establecimientos educativos.

En estos últimos años aparecieron dulces con “café”. El alcaloide que contiene el café es peligros para la salud psicológica de los consumidores; resulta ser uno de los neurorepresores más peligrosos que causan depresión estrés y otros problemas de salud.

Los productos achocolatados contienen la teobromina, alcaloide parecido a la cafeína que daña al psiquismo humano, causando problemas neurológicos graves.

Desde mucho tiempo atrás la OMS y notables investigadores científicos advirtieron a este mundo sordo y ciego el peligro de los compuestos químicos para la salud física y mental de niños y adultos, pero hasta ahora no existe cambio de actitud en los consumidores; prefieren consumir estos productos chatarra, nocivos para la salud de niños y adultos.

Dr. David Reuben 1981.- “El azúcar blanca refinada no es un alimento. Es una sustancia química pura, extraída de fuentes vegetales, más pura de hechos que la cocaína, a la cual se parece en muchos aspectos… su fórmula química es: C12H22On. El azúcar refinada no tiene vitaminas, no tiene minerales útiles, no tiene enzimas, no tiene micro elementos, no tiene fibra, no tiene proteínas no tiene grasas y no es de ningún beneficio en la alimentación…la fórmula de la cocaína es: C12H21NO4”

Si analizamos, al azúcar le falta el átomo de Nitrógeno. La cocaína está penado por ley; mientras que el azúcar refinada asociada médicamente con las enfermedades de: diabetes, osteoporosis, ataques cardiacos, obesidad, nadie dice nada. Más al contrario se busca, se reclama se hacen paros y huelgas por este alimento dulce blanco pero mortal.

Aquí no mencionamos todavía los inconvenientes de la harina blanca que es otro componente nefasto para la salud humana.

El niño aprende tal como se alimenta, el azúcar y las harinas refinadas causan fermentación en el estómago y esto nubla la mente y ¿qué aprendizaje podemos esperar de estudiantes consumidores potenciales de azúcar en dulces, caramelos, chicles, gaseosas, productos alquitrano-químicos altamente cancerígenos?

Lo ideal sería que en cada establecimiento educativo se cambie el tipo de productos que se expenden a los estudiantes; se introduzca más frutas frescas o secas que contienen azúcar natural beneficio para el cuerpo y la mente.

Como proceso de transición se pueden vender dulces de miel, confitados que quinua, amaranto, ajara, qañawa, tarwi, etc. Endulzados con miel de abeja para disimular el gusto pervertido de los consumidores.

(*) Licenciado