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Jueves 16 de febrero de 2012

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Ecológico Kiswara

¡Cuidemos el agua!

16 feb 2012

Fuente: La Patria

Ya llegó el Carnaval, fiesta que nos emociona de sobremanera a los orureños y de la cual nos sentimos muy orgullosos. Cada año avanzamos y mejoramos la presentación de la principal manifestación que hace a la Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad y también deberíamos avanzar en erradicar esa costumbre de jugar con agua.

Aquella práctica que heredamos de nuestros antepasados, se remonta a la época cuando la práctica del juego con agua tenía lugar el 24 de junio, en alusión al bautizo de Jesús en manos de San Juan Bautista, pero ya a principios del siglo pasado éste juego se trasladó a la temporada carnavalera, probablemente por ser verano.

Sin embargo era costumbre carnavalera el juego con serpentinas, mixturas y huevos con harina para embadurnar la cabeza.

Si bien las campañas para motivar la toma de conciencia respecto al uso racional y responsable del agua, han tenido efecto en quienes mantenían la práctica, todavía hay personas fundamentalmente jóvenes que mantienen la costumbre y si bien se redujo la venta de los globos inflados con agua, o lo que ellos denominan “bombitas” algunos reemplazaron éstos “proyectiles” comprando agua en bolsas plásticas, pero igual continúan derrochando el líquido elemento.

Necesitamos más esfuerzo y deben ser los jóvenes y niños quienes deben sumarse a las acciones concienciales asumidas por sus pares y está por demás decir que los adultos deben dar el ejemplo, pues derrochar el agua hoy es acortar la vida en el planeta.

Es alarmante conocer que en otras partes del mundo el acceso al agua es casi un lujo, pero aquí y sólo por satisfacer nuestro deseo de juego no podemos darnos el lujo de malgastar el líquido elemento. No empañemos el Carnaval y ante todo protejamos la vida.

Según el Servicio Nacional de Riego (Senari), en Bolivia está la principal de agua dulce del mundo, particularmente en la zona del trópico y en la vertiente del Silala en el Norte de Potosí. Esto hasta se podría considerar como una bendición de la naturaleza y estamos en la obligación de dar un uso racional al agua.

Fuente: La Patria
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