Gestión educativa nueva forma de conducir una institución educativa
30 ene 2012
Por: Remberto Choque López
En la práctica cotidiana observamos que mucha gente tiene diferentes ideas sobre gestión debido a que es un concepto con muchos significados.
La palabra “gestión” se relaciona, en la literatura especializada, con “management”, es un término de origen anglosajón que suele traducirse al castellano como “administración” “dirección”, “organización”, “gerencia”. Su aplicación a las instituciones educativas ha generado diversas tendencias, interpretaciones y debates.
En los enfoques clásicos, la gestión educativa ha sido concebida como construcciones mentales plasmadas en modelos, hechos por los diseñadores e impuestos a una diversidad de culturas en su intento de homogeneizar la educación.
Actualmente la palabra “gestión” aparece con mayor frecuencia en diferentes campos del conocimiento, se habla de gestión de los recursos naturales, gestión ambiental, gestión de sistemas de producción, gestión empresarial, etcétera.
En el contexto de la educación, existen diferentes significados acerca de la gestión. Por ejemplo la gestión educativa puede confundirse con una variable de medición de tiempo de duración de las actividades académicas (gestión académica 2012).La noción de gestión es asociada también con el verbo gestionar o hacer trámites.
Comúnmente se usa el concepto de gestión como sinónimo de administración, ya que administrar significa dirigir, vigilar, mandar y disponer un conjunto de recursos (incluyendo las personas) para lograr un determinado fin. Desde esta perspectiva la gestión educativa es asumida como una forma de administración dirigida.
La principales críticas al enfoque de administración de las instituciones educativas es que los sujetos son concebidos como objetos, que junto a los demás recursos materiales, deben ser conducidos, vigilados y evaluados en su desempeño para el logro de un objetivo institucional determinado.
Asimismo, la crítica a la administración educativa es que pone énfasis en el trabajo centralizado, burocrático e individualista, pues se delega a una persona (el gerente) la potestad de realizar la labor administrativa, por ende ejercer poder en la toma de decisiones.
A partir de esta crítica algunos autores intentan diferenciar la administración educativa de la gestión educativa, arguyendo que la gestión educativa se orienta hacia la descentralización de la toma de decisiones, la flexibilidad de los procesos, al trabajo participativo, etc.
Esta diferencia conduce a una revisión de las conceptualizaciones sobre las organizaciones educativas como entidades cerradas, aisladas físicamente y en el desarrollo curricular, para pensarlas e imaginarlas como sistemas abiertos de acción que despliegan procesos encadenados de acción y finalidad en relación con su entorno social. Así, la gestión educativa no debe ser entendida como una nueva denominación de la administración y la planificación. No se trata solamente de efectuar sobre el papel determinadas actividades, ejecutarlos y controlar los resultados.
De esta manera la gestión educativa debe ser entendida como una nueva forma de comprender y conducir una institución educativa, para mejorar la calidad en la educación.
(*) Profesor
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.