Estatizaciones fueron costosas y ahuyentaron las inversiones
29 ene 2012
Fuente: La Paz, 28, LA PATRIA
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La estatización, o “nacionalización”, según el Gobierno de 15 empresas durante la gestión del presidente Evo Morales ha sido costosa y ha ahuyentado las inversiones en sectores estratégicos como el de hidrocarburos, según archivos periodísticos y un estudio presentado ayer por la Fundación Milenio.
Aún así, el Gobierno del presidente Evo Morales tiene la idea de que debe “recuperar” las empresas que fueron vendidas a las transnacionales en detrimento del pueblo boliviano, por lo que no sería de extrañar que en los próximos meses se estaticen nuevas empresas, advierte además el documento.
“No se tiene un monto claro de cuánto se debe a todas estas empresas, aunque en algunos casos ya se llegó a un acuerdo, existe una larga lista de empresas en proceso de conciliación y otras que ya presentaron su demanda ante el Ciadi (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones)”, dice el informe.
Si bien en el corto plazo una nacionalización puede presentar beneficios para el Tesoro General de la Nación (TGN) por un incremento en los ingresos, en el largo plazo las consecuencias pueden ser bastante perjudiciales.
Para que una economía se desarrolle en cualquier parte del mundo se requiere de inversión privada nacional y extranjera, por lo cual se necesita de un marco institucional coherente, estable y de seguridad jurídica. Lamentablemente con las constantes estatizaciones Bolivia está dando señales contrarias a la inversión en general.
LOS COSTOS
El Estado boliviano se comprometió a pagar $us 100 millones por la “nacionalización” de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel), que anteriormente fue “capitalizada” por el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada (1993 - 1997).
El pago es producto de una conciliación para evitar un proceso internacional que posiblemente hubiera provocado mayores gastos al erario nacional.
Según recuentos independientes los costos por las “nacionalizaciones” superan los $us 1 mil millones.
Se pagaron $us 1 mil millones de dólares por acciones e indemnización para las firmas petroleras Repsol YPF, Petrobras Panamerican Energy, Shell, Ashmore y Oiltanking Grupo Graña y Monter; aproximadamente $us 200 millones por la estatización de las generadoras Corani, Guarachi y Valle Hermoso.
PROCESO
Desde el 1 de mayo de 2006, a los pocos meses de haberse posesionado el presidente Morales, se inició un proceso de estatización de empresas privadas en diferentes sectores. Aunque el año pasado se detuvieron las estatizaciones, en 2012 parece haberse reactivado, observó Milenio, después de las reversiones del 25 por ciento de las acciones de la empresa argentina Pan American Energy (PAE) a la empresa YPFB-Chaco y la mina Himalaya en el departamento de La Paz que pasó a depender de Corporación Minera de Bolivia (Comibol).
Uno de los argumentos para la estatización de los hidrocarburos fue que se cumplía con el mandato del pueblo, que en el referéndum de 2004 habría manifestado su aceptación para recuperar los hidrocarburos. Es así que las primeras empresas estatizadas: Chaco, Andina y Transredes corresponden al sector de los hidrocarburos.
Según el decreto el conjunto de empresas petroleras que operaban en el país debían entregar toda su producción al Estado representado por YPFB. Además se transfirió en propiedad a YPFB, a título gratuito, las acciones de los ciudadanos bolivianos que formaban parte del Fondo de Capitalización Colectiva (FCC) en las empresas petroleras capitalizadas, destaca Milenio.
De esta forma, YPFB se quedaría con una participación mayor al 50 por ciento y podría controlar el sector, pero en el fondo la denominada “nacionalización” de los hidrocarburos fue una renegociación de contratos con los operadores privados, advierte el informe.
Pero ese afán de estatización puede traer consecuencias negativas para la economía nacional. “Para que una economía se desarrolle en cualquier parte del mundo se requiere de inversión privada nacional y extranjera, por lo cual se necesita de un marco institucional coherente, estable y de seguridad jurídica”.
Lamentablemente con las constantes estatizaciones Bolivia está dando señales contrarias a la inversión en general, advierte Milenio.
Fuente: La Paz, 28, LA PATRIA
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