¿Qué es la enfermedad renal?

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Los riñones sanos tienen por función limpiar la sangre eliminando el exceso de líquido, minerales, desechos y los subproductos de los medicamentos que tomamos, evitando así que se acumulen en la sangre. También producen hormonas que mantienen sus huesos fuertes y su sangre sana. Pero si los riñones están lesionados o dañados, no funcionan correctamente.

Por tanto, pueden acumularse desechos peligrosos en el organismo, lo que puede elevar la presión arterial. Su cuerpo puede retener el exceso de líquidos y no producir suficientes glóbulos rojos. A esto se le llama insuficiencia renal.

Además de estas funciones, los riñones también regulan la cantidad de sal que se elimina con la orina -lo cual es muy importante para prevenir la acumulación de líquidos en el cuerpo- y mantienen la concentración sanguínea normal de muchos minerales.

¿Cuáles son las causas de enfermedades renales?

Las enfermedades renales tienen muchas causas, pero se las puede agrupar bajo algunas categorías:

Adquirida o hereditaria, Un ejemplo es la enfermedad renal poliquística (PKD). Aparecen quistes llenos de fluidos en los riñones que se pueden detectar a los 20 o 30 años de edad del paciente mediante ultrasonido. Con el tiempo, los quistes crecen y presionan el tejido del riñón, afectando su función.

Finalmente, existe la Primaria, que no resulta de una enfermedad generalizada, y la Secundaria que resulta del curso de ciertas enfermedades generalizadas.

¿Cómo puede saber si tiene una enfermedad renal?

Las enfermedades renales agudas suelen causar síntomas evidentes, como sangre en la orina, hinchazón de cara, pies y piernas, subida de la presión arterial y respiración dificultosa. Si usted presenta una combinación de estos síntomas no debe demorarse en pedir atención médica. Un simple análisis de sangre puede mostrar si los riñones están cumpliendo bien su función.

Al contrario de las enfermedades renales agudas, las crónicas no muestran claras señales de aviso en sus etapas tempranas. Puede haber pérdida del apetito, leve hinchazón de piernas y cansancio.

¿Y LA PREVENCIÓN Y EL TRATAMIENTO?

La diabetes y la hipertensión arterial son las dos causas más comunes de enfermedad renal. Si usted padece uno de estos problemas médicos, debería estar bajo cuidado médico porque un control cuidadoso de la presión arterial y la concentración sanguínea de azúcar, una dieta baja en proteínas “carnes rojas”, disminuir la ingesta de sal y una reducción del peso corporal pueden disminuir notablemente o inclusive prevenir el desarrollo de la enfermedad renal crónica. Como nos enseñaron nuestros padres, más vale prevenir que curar. Esto es muy cierto en el caso de la enfermedad renal causada por diabetes o hipertensión arterial. Cuanto antes sean tratadas estas enfermedades, mejores serán las posibilidades de prevenir la insuficiencia renal crónica; caso contrario tendrá que someterse a una diálisis y por último en un trasplante renal.

En el caso de enfermedad renal aguda, es importante recibir atención médica para iniciar una terapia eficaz. Tratar la enfermedad renal aguda con rapidez puede prevenir el daño permanente, mientras que un retraso en el diagnóstico y tratamiento pueden resultar en insuficiencia renal permanente.

La diálisis y los trasplantes progresaron en estos últimos años, permitiendo que los pacientes con insuficiencia renal en fase terminal tengan una vida activa.

Consultorio: Junín entre Tacna y Arica

Telf.: 52-52059, Cel.: 711-84268

Fuente: LA PATRIA