Viernes 27 de enero de 2012
ver hoy
Un pariente que con movilidad trasladaba turistas por la parte sur de nuestro país, más concretamente al sur del salar de Uyuni, laguna Colorada, laguna Verde y otros atractivos turísticos, al pasar el camino en medio de los sembradíos de quinua, estos que habían crecido de manera considerable y con la brisa andina coqueteaban a los extraños, orgullosos de su riqueza nutritiva, pero ese orgullo también era compartido por el chofer, quien ante la atenta mirada de los turistas a los quinuales, les dijo: “Esto señores, es quinua, es muy valorada por todos nosotros, es más, es alimento de astronautas”, a lo que uno de los turistas con curiosidad y seriedad natural pregunta: “¿Cuántos astronautas hay en Bolivia?”, este pariente cuenta que ese momento se sintió como en el final de las historietas de las revistas Condorito… plop
Lo que lamentablemente sucede, es que esta establecido que nuestros productos son más de exportación, beneficiando con su valor nutritivo primero a gente extranjera, por lo que se expresa es que nuestro patrón de exportación sigue siendo el primario, sin valor agregado; por otra parte nuestros recursos humanos principalmente estudiantes van creciendo desfallecidos, si bien es cierto existe el desayuno escolar en las unidades educativas, persisten los bajos niveles de alimentación, que afectan los rendimientos -aprendizaje- de los alumnos, los cuales repercutirán en su formación profesional, porque si tenemos un niño o niña con desnutrición, esto significa que tendrá dificultades de concentración, crecimiento físico y cognitivo, teniendo un impacto en sus capacidades, una persona con problemas de salud y insuficiente productividad.