Al parecer, ya estamos acostumbrados a la forma de gobernar que tiene el oficialismo. Ya no nos causa sorpresa que sus actuaciones, en la mayoría de los casos, no se apeguen a la lógica, menos al sentido común; sin embargo, analizando un poco más en profundidad, sí tienen lógica para el Presidente del Estado Plurinacional.
Por ejemplo, la elección de algunos personajes en el gabinete gubernamental, no tendría sentido para quien no se encuentra al tanto de los pormenores que inclinan al Presidente del Estado Plurinacional y a su entorno a tomar decisiones, que viendo con otra óptica podrían ser contraproducentes. La elección del Ministro de la Presidencia, que vuelve reciclado a lo más íntimo del Gobierno, luego de mantener un aparente perfil bajo, no cayó muy bien que se diga a sectores del propio MAS y, por supuesto, de la oposición. Si vemos desde la lógica del Gobierno, ese nombramiento responde a la necesidad de tener al lado del Presidente un operador político para afrontar los problemas que se asoman para este año, desde varios sectores de la sociedad. Al momento de frenar las reacciones contrarias a la forma de gobernar, por motivos políticos, económicos o sociales, tiene las soluciones como ya lo demostró tan eficientemente en Pando.
No importó que el actual Ministro de la Presidencia tenga serias acusaciones (las que en ningún momento fueron esclarecidas, menos investigadas) como el caso de los 33 camiones de contrabando; aún a costa de la popularidad del Presidente. La anunciada “política de puertas abiertas” del nuevo Ministro, podría también ser podría también ser interpretada como de puertas abiertas de entrada, a las cárceles.
Disminuyó la participación de los representantes campesino-originarios, en nombre de los cuales gobierna, pero que ahora se alejaron del MAS, al punto de crear su propia bancada. El caso de las mujeres es otra muestra que no importa la Constitución a tiempo de formar un gabinete eminentemente político, en momentos en que el país necesita de profesionales y técnicos para combatir la crisis económica que ya se siente en la ciudadanía, que no alcanza a percibir en sus bolsillos, los beneficios y logros en el crecimiento económico del que habló el Presidente en su mensaje de gestión.
Aquí todo es posible. Hablar de grandes cifras y bonanza en la economía estatal, cuando no existe una mejora, así sea leve, en la economía popular. También, es posible reciclar políticos para el entorno presidencial, aún teniendo cargos pendientes que debieron ser esclarecidos. De la misma forma, es posible gobernar a nombre de sectores marginados, y al mismo tiempo reprimirlos brutalmente. En este país del “todo es posible”, hasta se puede hacer bailar públicamente a todo el Alto Mando Militar, sin importar que esas demostraciones no condigan con los reglamentos militares, que hablan de elementales normas de respeto hacia al uniforme.
Y por último, también es posible, restarle seriedad a un informe presidencial ante el Órgano Legislativo y de frente al país, haciendo un anuncio fuera de lugar, sobre el matrimonio del segundo hombre del Gobierno.
Pero es preciso acotar que ese “todo es posible”, podrá tener consecuencias nada gratas para el instrumento político y para el Gobierno.
Por lo menos… esa es mi opinión.
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