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Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 El “Dakar de la dignidad” - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
Durante los últimos días, los bolivianos y bolivianas hemos visto con mucho entusiasmo, orgullo y satisfacción el desempeño y esfuerzo que puso uno de nuestros representantes, “Chavo Salvatierra” en la mundialmente conocida carrera del Dakar, llevando el nombre y la bandera de Bolivia en alto.
Tras catorce días de competencia, atravesando los más inhóspitos terrenos de Argentina, Chile y Perú, el motociclista boliviano demostró su tenacidad y espíritu de lucha al competir de igual a igual con pilotos internacionales, mucho más experimentados y que cuentan con mayor respaldo logístico y particularmente, económico.
Bien merecido el reconocimiento que este joven piloto recibió recientemente de manos del presidente Evo Morales, cuya iniciativa en otorgarle la Medalla de Oro al Mérito Deportivo es sin duda acertada. Debemos aplaudir de igual forma los esfuerzos que el mismo presidente señaló se harán desde el gobierno nacional para que el Dakar del próximo año atraviese territorio boliviano.
Pero en Bolivia, tenemos ya nuestro propio “Dakar”. Arrancó el 15 de Noviembre desde Trinidad y los pilotos no usan motos, sino sillas de ruedas, algunos portan muletas y los que pueden simplemente caminan. El equipo de apoyo está conformado por familiares cercanos y amigos que empujan las desgastadas sillas de ruedas y conocen la dura realidad y el día a día que las personas en situación de discapacidad atraviesan en nuestro país. Al pequeño equipo técnico de esta carrera, se sumó también personal médico del Ministerio de Salud y del Defensor del Pueblo.
Este Dakar de la Dignidad se realiza en Bolivia desde hace más de cinco años y busca principalmente la aprobación de un Proyecto de Ley que garantice responder a las necesidades básicas de esta población y otorgar un bono anual de Bs.3.000 a aquellas personas con discapacidades graves y muy graves.
En esta última versión, la carrera va por etapas y el recorrido planeado va desde Trinidad, pasando por Santa Cruz y Cochabamba hasta llegar a La Paz hasta el mismísimo Palacio de Gobierno, si es que logra enfrentar todos los obstáculos que se presentan.
Las condiciones son extremas, cansancio físico y emocional, necesidad constante de agua y alimentos, dolores agudizados por las propias condiciones de cada discapacidad, desgaste de las sillas de ruedas que en su mayoría no son de la mejor calidad, enfermedades y hasta la misma muerte. El 4 de enero, se registró la primera baja cuando un niño de apenas siete años, Sebastián murió ahogado en un río, frente a la impotencia de su madre, quien debido a la situación de discapacidad que enfrenta, no pudo correr a socorrerlo para salvarle la vida.
Pero los duros momentos se mitigan de alguna manera con las muestras de apoyo y solidaridad. Hace tan solo unos días, al llegar a la tercera etapa en Cochabamba los “pilotos” fueron premiados con el calor de la población y un diploma con reconocimiento especial declarándolos como “Huéspedes Ilustres” de la ciudad. Lamentablemente las autoridades gubernamentales no estuvieron presentes en este acto, lo cual no es de extrañar, cuando el discurso oficial muestra una constante negativa a iniciar el diálogo con el sector que más allá de un simple bono, busca reivindicar la dignidad humana y lo hace de forma propositiva, con incluso ideas surgidas desde la misma población involucrad, a para dar solución a la lamentable situación en la que se encuentran.
Si bien este Dakar de la Dignidad avanza con sus propios líderes, nadie pretende llegar en primer lugar ni mucho menos lograr un reconocimiento personal. Aunque los pilotos son pocos, representan a una población de más de un millón de bolivianos y bolivianas, niños y niñas, jóvenes y adultos excluidos socialmente, cuyos rostros apenas comienzan a ser visibles desde hace algunos años.
Pese a tener quebrantadas las sillas de ruedas, muletas, burritos y otros implementos que requieren para poder avanzar, la carrera continúa. Causa admiración y a la vez vergüenza ver como personas con limitaciones para desplazarse se ven obligadas a “marchar” luchando por sus derechos más elementales.
Se acerca la última etapa y esperamos que así como el presidente reconoció a Chavo Salvatierra con la medalla de Oro al Mérito sepa reconocer que las personas con Discapacidad también forman parte de este nuevo Estado Plurinacional y se hallan protegidas bajo la Constitución Política del Estado, así como por normativas internacionales que explicitan sus derechos y necesidad de un trato justo, independientemente del origen de su discapacidad.
Cualquier país que se considere respetuoso de las libertades individuales y de los derechos humanos atiende las necesidades básicas de sus ciudadanos, mucho más de aquellos que requieren apoyos especiales para desenvolverse dignamente en las esferas educativas, sociales y de la vida cotidiana.
(*) Comunicadora social boliviana
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