Durante mis estudios de anatomía humana en los cursos universitarios de medicina, observé, en algunos sistemas, entre ellos fundamentalmente el óseo, grupos de piezas anatómicas formando guarismos múltiplos de 4, verbigracia: 12 pares de costillas; 24 vértebras raquídeas libres; 8 unidades de huesos carpianos; 32 piezas dentarías, etc. La presencia de este hecho con tales particularidades, me llevó, muchos años después, a investigar, si la distribución de los huesos en el esqueleto en su conjunto, obedecía a un ordenamiento de conformación cuatripartita general.
El resultado de ese análisis, dio una certeza total que se pone de manifiesto en cada una de las cuatro partes en que viene a dividirse el esqueleto bajo un principio de articulación de sus unidades en cantidades cuatripartitas.
Este artículo se publicó en “Presencia Literaria” de la ciudad de La Paz el día 15 de noviembre del año 1987(1). En la presente redacción, además de agregar los resultados de algunos otros análisis corroborativos al tema, se incluye la división que con motivo de su estudio hace la Anatomía Descriptiva del Esqueleto Humano. La comparación de las dos divisiones es necesaria, para ver y valorar las diferencias entre ambas, esta última, más cerca a la realidad de un orden natural de división con características no observadas.
La anatomía descriptiva divide el esqueleto en las siguientes seis regiones para el estudio de ellas y de sus respectivas unidades óseas que las configuran.
2. Columna Vertebral 24 vértebras libres y 2 huesos formados por vértebras soldadas: (sacro y coxis) 26 huesos
3. Caja Torácica 25 huesos
4. Cuello, parte anterior 1 hueso
5. Miembros superiores 64 huesos
6. Miembros inferiores 62 huesos
TOTAL 200 huesos
Como vemos, el esqueleto humano está formado en lo esencial por doscientos huesos, sin tomar en cuenta los pequeños huesos supernumerarios, variables en número, que como los wornianos y sesamoideos son integrantes secundarios en la constitución global del esqueleto.
DIVISIÓN CUATRIPARTITA DEL ESQUELETO
En contraproposición a la división hecha por la anatomía descriptiva, hay, en el total del armazón óseo, un ordenamiento de las piezas óseas que lo configuran, que permite determinar una precisa y clara división en cuatro partes, y en las que, en cada una de ellas, los huesos se disponen formando numerales exactamente divisibles por cuatro.
Las 200 piezas óseas se hallan distribuidas de acuerdo a tal ordenamiento, en las que a continuación siguen, cada una de particular significación funcional o papel.
1. La cráneo - vertebral, contentiva del sistema nervioso central.
2. La cuello - tóraco - pelviana, contentiva de los órganos vitales fundamentales.
3. La de las extremidades superiores, de acción ejecutora e industriosa.
4. La de las extremidades inferiores, sustentadoras y locomotivas.
1. Región cráneo - vertebral. Esta región se halla conformada por huesos impares y huesos pares, cuya suma de ambos nos da un total de 48 huesos, cifra que representa un múltiplo de 4 (4x12=48).
Los huesos impares ocupan la línea media, y nombrados del extremo superior hacia el inferior, son los que a continuación siguen: maxilar inferior, vómer (cara); frontal, etmoides, esfenoides, occipital (cráneo); continúan a estos los de la columna raquídea, primero 24 vértebras libres (7 cervicales, 12 dorsales, 5 lumbares) y finalmente 2 huesos formados por vértebras soldadas (sacro y coxis), que totalizan 32 huesos cráneo - vertebrales, es decir una cifra múltiplo de 4 (4x8=32).
A ambos lados del extremo superior de esta columna de huesos impares, tenemos los huesos pares, que son: 2 parietales y 2 temporales (cráneo); 2 maxilares superiores, 2 palatinos, 2 nasales, 2 malares, 2 lagrimales y 2 cornetes (cara), que suma 16 en total, cifra que representa un múltiplo de 4 (4x4=16).
La columna raquídea, presenta curvaturas laterales y anteriores; las primeras, en número de 3, son “poco acusadas siempre” y “varían mucho en su disposición”, en cambio las anteroposteriores, “siempre marcadas y constantes” (2) son en número de 4: la cervical, convexa hacia adelante; la dorsal, convexa hacia atrás; la lumbar, como la primera, convexa hacia adelante y finalmente, la sacrocoxígea convexa hacia atrás.
2. Región cuello - tóraco - pelviana. En la línea media y anterior de esta región se hallan 2 huesos impares, uno correspondiente al cuello: el hioides, y el otro, a la caja torácica: el esternón. A ambos lados de la línea media y ocupando parte de los planos antero y láteroposteriores, tenemos los huesos pares correspondientes a la cintura torácica: las clavículas y los omoplatos, que suman 4; luego vienen los 12 pares costales, 24 costillas en total; finalmente los huesos de la cintura pelviana, conformada por un par: los iliacos, con los que totalizan 32 los huesos de esta región, cifra que como ya vimos es múltiplo de 4 (4x8=32).
El hueso superior medio e impar de esta región, el hioides, no se encuentra en contacto directo con ningún hueso vecino, por el contrario ocupa el centro de un grupo de 8 pares de músculos, los hioideos: 4 pares de suprahioideos y 4 pares de infrahioideos. Los primeros son: los digástricos, los estilohioideos, los milohioideos, los hioglosos, y, los segundos: los esternocleidohioideos, los omohioideos, los esternocondrotiroideos, y, finalmente los tiroideos, 16 en total.
El segundo hueso impar, el esternón, tiene lateralmente superficies articulares en número de 8 por lado, 2 superiores (facetas esternales del preesternón) que articulan con la clavícula y la primera costilla respectivamente, y 6 inferiores (muescas del mesoesternón) para la articulación de este hueso con las correspondientes superficies articulares condrocostales. Totalizan 16 superficies articulares.
3. Región de las extremidades superiores. Los huesos de esta región están distribuidos en cuatro segmentos por miembro, anatómica y funcionalmente caracterizados: 2 superiores correspondientes al brazo y al antebrazo y dos inferiores a la mano, los segmentos carpo - metacarpiano y digital, el primero, está constituido por el húmero, y el segundo por el cúbito y radio; el tercero lo conforman los huesos del carpo y metacarpo, y el cuarto: el de las falanges, falanginas y falangetas. Totalizan 60 huesos en ambos miembros, cifra que representa un múltiplo de 4 (4x15=60).
Esta región está formada por huesos largos y huesos cortos en guarismos de múltiplos de 4.
Los huesos largos que son: el húmero, el cúbito, el radio, los metacarpianos (5), las falanges (5), las falanginas (4) y las falangetas (5), totalizan en ambas extremidades 44, es decir una cifra múltiplo de 4 (4x11=44).
Los huesos cortos, que son: el escafoides, el seminular, el piramidal, el pisiforme, el trapecio, el trapezoide, el hueso grande, y el ganchoso, totalizan en ambas extremidades, 16, lo que nos da también un múltiplo de 4.
4. Región de las extremidades inferiores. De modo igual que en las superiores, se hallan los huesos repartidos en 4 segmentos por miembro: el del muslo (fémur); el de la pierna (tibia, peroné y rótula); el tercero está formado por los huesos del pie en su segmento tarso - metatarsiano, y el cuarto, por las piezas óseas digitales del mismo. Totalizan 60 huesos en ambos miembros, cifra que como vimos, representa un múltiplo de 4 (4x15=60).
Igual que en las extremidades superiores, encontramos aquí, en los huesos largos y en los huesos cortos guarismos de múltiplos de 4.
Los huesos largos, que son: el fémur, la tibia, el peroné, los metatarsianos (5), las falanges (5), las falanginas (4), y las falangetas (5), suman en ambas extremidades 44, cifra múltiplo de 4 (4x11=44).
Los huesos cortos, que son siete en el tarso (calcáneo, astrágalo, cuboides, escafoides y tres cuneiformes) suman 8 con el hueso corto de la rodilla (la rótula), totalizan en ambas extremidades, 16 huesos, obviamente el reiterado múltiplo de 4.
Sumados los huesos de la primera y segunda, regiones, totalizan 80 huesos (4x20=80).
De modo igual, el total de los huesos de la tercera y cuarta, regiones, suman 120 (4x30=120).
Finalmente, los 200 huesos, como lógica consecuencia representan un múltiplo de 4 (4x50=200).
A este ordenamiento global de los huesos del esqueleto humano, en guarismos de múltiplo de 4, debemos agregar los que se observan, primero, en el interior del oído medio, entre los huesecillos del mismo: martillo, yunque, lenticular y estribo. 4 por lado, 8 en total (4x2=8) (3); segundo, la de los 4 grupos de dientes en cada mandíbula:
Ordenamiento cuatripartito de las 32 piezas dentarias, común también a los primates más evolucionados: antropoides y homínidos.
Por otra parte en el sistema nervioso periférico, los nervios craneales son 12 pares, es decir 24 nervios en total, cifra múltiplo de 4 (4x6=24); y los 31 pares de nervios raquídeos, son el resultado de la unión binaria de 124 raíces raquídeas (4x31=124).
Además, el organismo en general en su complejísima textura está estructurado, de acuerdo con algunos histólogos, entre ellos, fundamentalmente por Ramón y Cajal, por 8 clases de tejidos, que son: 1) el epitelial, 2) el conjuntivo, 3) el sanguíneo, 4) el linfático, 5) el cartilaginoso, 6) el óseo, 7) el muscular, y, 8) el nervioso, algunos de estos con dos, o, más variedades.
En la unidad morfológica y fisiológica, los cromosomas de la célula humana, son normalmente en número de 46. Podemos reconocer en ellos una división binaria: los denominados cromosomas autosomas que son en número de 44, y los llamados cromosomas sexuales por ser determinantes del sexo, en número de 2. Están dispuestos por pares, los primeros son homólogos por par, y los segundos, heterólogos. En esta configuración binaria hallamos en los autosomas una cifra múltiplo de 4 (4x11=44) (4).
Es justo preguntarnos: ¿cuál la razón para tan notables coincidencias?
NOTAS
1) Tesis similares en otros campos del conocimiento humano fueron primigenias y motivadoras de la nuestra, son ellas las que a continuación siguen: Ramiro Condarco Morales publica “La Tetradivisionalidad de la Molécula” en el libro “Química Bio - Orgánica” de Jorge Molina Rivero. Presencia Literaria. La Paz – Bolivia, marzo 1984, y, “Cuadrigramas y Cuadráticas Gramaticales”, en Presencia Literaria La Paz – Bolivia. 3 – 10 y 24 de mayo de 1987, impresa posteriormente en cuaderno en 1989 con el título de “Tetragrama de la Lengua Castellana”, acompañada de un preámbulo erudito y una conclusión que en su primer párrafo nos dice: “Por ahora, sólo nos resta reiterar que la presente tesis particular se apoya en un principio bastante general de la naturaleza de las cosas, regularidad que ha pasado casi inadvertida y anónima ante la atención de nuestros modernos pensadores e investigadores de las realidades generales, muy a pesar de haber sido en lo esencial básicamente reivindicado como objeto de interés científico y filosófico por la actual imagen tetradimensional del continuo espacio tiempo, y por la relativamente reciente consideración ontológica de Nicolai Hartmann, principio según el cual la tetrapartición parece constituir un tipo de textura clave en la naturaleza y la cultura”.
Jorge Molina Rivero edita “La Tetrametrológica” Ed. Gramma impresión. La Paz – Bolivia en marzo de 1987.
De entonces, al siglo XXI, estudios de esta naturaleza “se extendieron a otras disciplinas” manifiesta Jorge Molina Rivero en su artículo periodístico ¿La Tetraléctica es una Dialéctica?, publicado en La Prensa de La Paz el día domingo 22 de mayo de 2005 y en el que nos da a conocer que “hace unos nueve años (1997) un grupo de cinco especialistas académicos del Instituto de Química del Departamento de Historia y Filosofía de la Ciencia perteneciente a la Universidad de Eotvos, Budapest, Hungría, informó al mundo científico y filosófico el descubrimiento de una Nueva Lógica Postmoderna que la llaman Tetraléctica, y en unas 15 páginas definen sus cimientos teóricos”.
“Unos diez años antes que los húngaros (1987) –afirma Molina Rivero- presentamos en la Academia Nacional de Ciencias de Bolivia en La Paz la tesis titulada “La Tetrametrológica” (conjunción de los términos de Lógica Tetramétrica)”.
Unos tres años más tarde publicamos en Presencia Literaria (17/06/1990) un artículo extenso bajo el título “El descifre Tetraléctico de la Simbología Tiahuanacota” y tres semanas después concedimos una entrevista a la comunicadora Claudia Wilde B. empleando por segunda vez, editado, el corto sinónimo del largo término “Tetrametrológica” y que fue la palabra “Tetraléctica”, entrevista que fue publicada en Presencia Literaria el 8 de julio de 1990 titulada con el nombre de “La Tetraléctica: Un Nuevo Método Multidisciplinario”.
2) L. Testud - O. Jacob. Tratado de Anatomía Topográfica. Salvat Editores S.A. Barcelona, 1947. pág., 564.
3) El lenticular es el menor de los huesecillos del oído, está situado entre el yunque y el estribo, a menudo va unido al yunque, por lo que algunos anatomistas, entre ellos Testud, lo consideran como parte de él.
4) “Las alteraciones cromosómicas pueden ser de número, de estructura o una combinación de ambas”, causa de los cuadros patológicos de este origen.
Fuente: LA PATRIA
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