Loading...
Invitado


Domingo 22 de enero de 2012

Portada Principal
Revista Dominical

Máscaras y Rostros

22 ene 2012

Fuente: LA PATRIA

Por: Márcia Batista Ramos - Escritora

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Muchos grupos étnicos, diseminados por el planeta, utilizan máscaras en sus diferentes rituales sociales o religiosos; sean de iniciación, consagración o mortuorias. En estos casos, las máscaras marcan ciclos de mucha importancia en la existencia de los que conforman tales grupos.

Las máscaras de uso tribal, son auténticos símbolos, que poseen una función reguladora en la vida de las sociedades. Además, existen reglas que son respetadas para el uso de las máscaras. No se trata de ponerse una máscara por deseo o voluntad de uno, no es algo tan sencillo… Hay que merecer el honor de ponerse la máscara, pues, cada una de ellas, cumple un objetivo muy específico.

Algo pasó, pues, cuando nuestra sociedad se alejó de los usos y costumbres tribales, y evolucionó técnica y científicamente, de alguna forma trajo en la memoria genética, la necesidad de seguir utilizando máscaras, no para marcar ciclos; tal vez, para disfrazar la apariencia del rostro.

La sociedad occidental actual, a menudo, también siguió lanzando mano de la utilización de las máscaras, sin ningún tipo de regla; usa máscara el que quiere y como quiere; quizás, para sobrevivir en la selva de concreto, al tiempo de ocultar los sentimientos de uno hacia el otro.

Tal vez con la evolución de nuestra sociedad, creció la necesidad de basarse en estereotipos; o quizás, fue más necesario hacerse al feliz para sobrevivir.

Las máscaras utilizadas por nuestra sociedad, son hechas con la propia piel, quizás, como un disfraz inconsciente de rasgos mortales, para enfrentar las distintas situaciones con las que uno se depara en el día a día.

En el intento de demostrar aquello que no se es, el ser humano se defiende de si mismo usando muchas máscaras. Es fácil hacerse al bueno con la mirada suave y una sonrisa tímida, es una máscara bonita que oculta la perfidia y los sentimientos maléficos.

Las máscaras en nuestra sociedad tienen un matiz muchas veces peligroso, pues, pueden hacer equivocar profundamente en las relaciones interpersonales. Por ejemplo, la máscara de la virtud está entre las más peligrosas, ya que puede ocultar la maldad personificada.

La máscara de la sonrisa, normalmente oculta la soledad. La soledad de tener muchos amigos mediante la WEB. La soledad de, solamente, hablar por teléfono con los suyos. La soledad de vivir en un centro urbano donde nadie le sonríe, le saluda o peor le da un abrazo.

Existe una gran variedad de máscaras, tantas cuantas son las personas que acostumbran a utilizarlas.

Se observa un abanico de máscaras sociales, que varían según el grupo al que el individuo se acerca. También existen las máscaras sexuales, según el tipo de relacionamiento que las personas entablan; como también es normal encontrar la máscara de la opulencia económica, recurrente en relación al grupo social a que se aproximan.

Tal vez, las máscaras sociales son aceptadas por la mayoría de la gente y también son utilizadas por muchos mortales en el intento de parecer que se sienten mejores de lo que están, o en el intento de ser mejores de lo que son.

Eso de las máscaras, de alguna manera, está implícitamente aceptado por la sociedad en que vivimos…

A mí no me gusta.

Prefiero los rostros a las máscaras. Prefiero la mirada carente de afecto a una falsa máscara toda poderosa de autosuficiencia. Prefiero los rostros que demuestran tristeza y al momento rebasan en alegría porque algo les cambió el ánimo.

Prefiero los rostros que dignamente se arrugan, a las máscaras de las cirugías plásticas.

Prefiero el rostro traspirado y cansado por el trabajo, a la máscara de pulcritud de quien perdió su día al frente de una pantalla de televisión o cosa parecida, mientras otros hacen el trabajo sucio para él.

En las relaciones sociales prefiero los que gritan, lloran, ríen a aquellos que permanecen con máscaras implacables y frías.

Pienso que Dios inventó al hombre para vivir lo que le corresponda según sus propias elecciones. Asimismo, pienso que el hombre inventó las máscaras para disfrazar sus malas elecciones.

Entre máscaras y rostros, siempre optaré por los rostros con las marcas de alegrías o tristezas, pero, siempre muy humanos.

Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos: