La ciudadanía nacional está ya acostumbrada a tener sorpresas especiales que se originan en la cúspide gubernamental y que este domingo podremos tener alguna que surja del informe presidencial en ocasión de recordar un aniversario más de la vigencia del Estado Plurinacional.
Lo interesante será el informe del Presidente a la Asamblea sobre lo ejecutado en la gestión, descartándose por supuesto la consideración del mismo que sin lugar a dudas será aprobado por amplia mayoría legislativa, aunque no se sabe cómo reaccionarán los diputados indígenas ahora agrupados en una bancada separada a la del partido oficialista, quebrando de tal modo los dos tercios que ostentaba y permitía aprobaciones indiscutibles.
La serie de problemas que se han producido en el último tiempo, deja una clara incertidumbre entre los bolivianos temerosos aún de la aplicación de medidas económicas que alteren el factor de los salarios y desnaturalicen las posibilidades de dar a los trabajadores mejores y mayores oportunidades de mejorar sus condiciones de vida.
El hecho de que aún se priorice la agenda política y se postergue la de orden económico es otra de las grandes preocupaciones nacionales, pues mientras no se definan estrategias de fomento e impulso al sistema productivo las cosas se mantendrán con las dudas de no saber qué nos depara el futuro.
Hay muchas cosas que con seguridad estarán contenidas en el informe del Mandatario y que para unos servirán de referentes para esclarecer conceptos y saber realidades, mientras que como ya pasó en otras ocasiones también habrá vacíos de información y detalle que nos dejarán en tormentosa nebulosa.
La situación nacional en el concepto macroeconómico de un ministro es muy saludable, pero para la mayoría de bolivianos sería práctico que las macrocifras se conviertan efectivamente en un material tangible de uso para mejorar las condiciones de empleo, apoyando directamente los proyectos que por sus características propias representan empleo inmediato y resultados a corto, mediano y largo plazo, por ejemplo en el rubro de la minería.
Los movimientos sociales han establecido ciertas condiciones en el accionar del Gobierno y desde esa óptica hay sectores nacionales que demandan su participación en un proceso considerado democrático, pero como se ve, con marcadas opciones para unos y restricciones para los otros. En ese sentido se han planteado algunas reformas, que posiblemente hayan sido analizadas en el nivel ejecutivo y puedan ser parte de una nueva planificación política nacional.
El tema de los colaboradores del entorno presidencial es el asunto que deberá solucionarse en cuestión de las próximas horas y aunque ya se han dado algunas pautas e inclusive una renuncia anunciada, el cambio de ministros deberá responder a los planteamientos de los diferentes sectores sociales que han mostrado abierto desacuerdo y con razones justificadas contra varios de los ministros, muchos inefectivos, otros soberbios, algunos oportunistas y los más obsecuentes al sistema pero poco pragmáticos para encarar soluciones a los problemas nacionales. Lo importante en este tema es que un nuevo equipo de ministros deberá ser mayormente técnico y mínimamente político.
Este domingo y las próximas horas serán de sorpresas en el ámbito gubernamental.
Fuente: LA PATRIA
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