Jueves 12 de enero de 2012

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Las intensas lluvias que caen sobre nuestra ciudad anegan calles, avenidas, parques y plazas y provocan daño a las viviendas tanto del casco urbano central como de las que están ubicadas en la periferia de la ciudad.
La cantidad de agua superó la capacidad del alcantarillado provocando que las aguas servidas en un proceso de reflujo, salgan por los inodoros de los baños de algunas casas con las consecuencias nocivas para la salud de sus habitantes.
Los malos olores se sienten más en algunas zonas que en otras pero igual incomodan y se deben a que la red del alcantarillado cambiada en su totalidad a principios del presente siglo no cumple con los requisitos técnicos para una ciudad en permanente crecimiento.
De hecho, el diámetro de los tubos es menor a los de la antigua red que estuvo en servicio eficiente durante unas cinco décadas; además, las aguas servidas como de lluvia discurren por los mismos tubos y no por diferentes como dice la norma. Es decir, Oruro no tiene alcantarillado pluvial.
Fuente: LA PATRIA