Es la interrogante que se plantean papás y mamás que tienen un hijo/a en edad de ingreso al Jardín de Infantes (Kínder), este desafío no será nada fácil, ni para el niño, ni para los papás, ya que seguramente irá cargado de sentimientos controversiales a la hora de separarse de su hijito.
Al momento de dejarlo por primera vez en el kínder al niño, él necesita verlos seguros para sentirse seguro, confiados para poder confiar, por tanto, en ese momento no deben titubear para que no perciba sus sentimientos, ni temores, porque sucede que a algunas mamás(primerizas) les cuesta separarse de sus hijitos, porque temen que algo malo les ocurra o porque no confían en las maestras ya que es una persona absolutamente desconocida para ellas, es bueno también que los papás irradien siempre seguridad y les animen diciendo por ejemplo: que en el kínder encontrará muchos amiguitos /as de su edad para poder jugar... Esta preparación para el primer día de clases deben hacerlo con suficiente anticipación.
Es normal que el niño sienta la angustia del primer desprendimiento de la mamá, de la familia y lo manifiesta con llanto, berrinches, hasta puede expresar algún malestar físico o actuar con indiferencia, todo se puede esperar, pero, hay que darle tiempo porque cada niño/a reacciona de manera diferente y particular.
Todos los esfuerzos de los papás deben estar centrados en apoyarlo con mucha paciencia, para que pueda superar sus temores ante una nueva y desconocida situación ya que nadie acepta así por así, ir a un lugar totalmente extraño, lleno de gente desconocida.
Tomando en cuenta estos aspectos los jardines infantiles de nuestro medio, establecen horarios especiales durante los primeros días de clases, los niños permanecen poco tiempo y gradualmente incorporan el horario regular para que la adaptación del niño/a no sea brusca.
Es muy importante también que los papás a la hora de recogerlos estén puntuales, para no perjudicar el proceso de su adaptación y el niño/a no se sienta abandonado u olvidado con la tardanza de los papás.
A veces, los propios papás obstaculizan la adaptación, con aspectos como el de trasladarlos de lugares alejados, matriculándolos en jardines infantiles que no son de su zona, lo que implica que tengan que abordar un minibús o cualquier movilidad para poder llegar al kínder, estos viajes le puede producir mareos o sentir una sensación de estar muy lejos de casa e implicaría también, que tenga que madrugar para poder llegar a hora.
La adaptación se logrará en la medida que los papás acompañen con paciencia, aceptando las vicisitudes que se dan en el proceso, hasta que el niño se familiarice con el nuevo ambiente escolar y pueda confiar y disfrutar de su kínder.
Compartir esos instantes de la vida de los niños, es gratificante y enriquecedor siempre y cuando los papás se conviertan en el puente entre la escuela y el hogar, mostrándole de la mejor manera el camino de la adaptación, siendo su apoyo, coordinando y conversando con su maestra para lograr una buena adaptación escolar.
Finalmente, esos momentos de su adaptación quedarán como recuerdos de felicidad, cargados de anécdotas inolvidables, logros que nos enorgullecerán como a papás y maestras; ¡ah¡ también hay algo importante que deben tomar en cuenta, no todos los niños socializan al mismo ritmo cada uno decidirá cómo, cuándo y con quién desea relacionarse, no debemos presionarlo.
Las pautas que les presento a continuación les permitirán saber si su hijo está o no preparado para ir al Kínder, les aconsejo observar los siguientes aspectos en ellos;
1. Es independiente y actúa con buen grado de autonomía para: ir al baño, comer, vestirse, desvestirse, etc.
2. Muestra buena disposición para relacionarse con los demás.
3. Se acerca espontáneamente a otros niños y entabla conversación.
4. Llora y protesta enérgicamente cuando está separado de su mamá durante un período corto.
5. Corre a protegerse junto a la mamá o el papá cuando ve aparecer a un extraño.
6. Cuando se le deja con algún familiar o vecino reclama nuestra presencia constantemente.
Si sus respuestas son positivas a las tres primeras pautas no tendrían que preocuparse, ya que su hijo está listo para empezar el jardín de infantes, por tanto les deseo suerte en esa hermosa tarea que han asumido desde el momento que su hijo llegó al mundo, formar y educarlo con amor. Compartan esta lectura con otros papás que están en su misma situación.
Lic. Aurora Vargas Escóbar, profesora de Educación Inicial (Directora Jardín de Niños: Rodolfo Soria Galvarro).
Fuente: LA PATRIA
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