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Sábado 07 de enero de 2012

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Revista Tu Espacio

PORTAL DE LA SABIDURÍA

Microcosmos Hombre

07 ene 2012

Fuente: LA PATRIA

Por: El Alquimista

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Al transitar el camino de la iniciación espiritual, vamos comprendiendo que uno de los descubrimientos más importantes que debemos realizar, sobre nuestra propia naturaleza interior, es que somos un universo en miniatura. Somos un microcosmos muy similar al macrocosmos del cual formamos parte. Las mismas leyes que rigen al macrocosmos exterior, nos rigen interiormente. Tal como existe un sol central en cada galaxia, también existe un sol central en nuestro interior, siendo este sol central nuestro corazón, el centro de radiación de vida, el punto céntrico de conexión con el origen.

Descubrimos que este maravilloso universo que somos, depende totalmente de nosotros mismos, tenemos todo el poder de crear dentro de nuestro universo interior lo que queramos. Lastimosamente el común de las personas no se dan cuenta que, de instante en instante realizamos creaciones dentro de nuestro universo, a través de nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestro verbo, creando estas personas, inconscientemente, dolor, sufrimiento, temor, desconfianza, impotencia, desazón, frustración; pudiendo, conscientemente crear felicidad, sabiduría, confianza, plenitud, alegría, etc. De nosotros depende, podemos crear un paraíso interior, en forma consciente, o un infierno en forma inconsciente.

En nuestro interior existe un maravilloso orden creador, existe un espíritu residente que es el Cristo Intimo, el Maestro Interno de cada uno de nosotros, que, como una semilla espiritual mora en nuestro corazón. La razón misma de nuestra existencia es hacer que esa semilla de Dios germine, crezca y se desarrolle convirtiéndose en un árbol frondoso que dará sus dorados frutos, que alegóricamente simbolizan a todas las virtudes universales.

Debemos comprender que el principal objetivo de nuestras existencias es desarrollar en nuestro corazón el Templo Interior profundo donde podrá expresarse y morar nuestro Cristo Interno. ¿Cómo se desarrolla ese Templo Interior en nuestro corazón? -En primera instancia sacando a todos los mercaderes del templo, como lo hizo Jesús en el templo de Jerusalén, es decir desalojar de nuestro corazón toda la codicia, envidia, egoísmo, orgullo, odio, resentimiento, susceptibilidad, ira, impaciencia, intolerancia, engreimiento, mala voluntad, vanidad, etc., etc. En resumen erradicar de nuestro corazón todas las tinieblas y en su reemplazo llenarlo de luz, que es sabiduría universal y amor consciente expresándose en forma natural y armónica en perfecto equilibrio y plenitud.

Ahora comprendemos que las dos columnas principales del Templo Corazón son: Amor y Sabiduría. El Amor es el sumun de todas las virtudes. La Sabiduría es la verdad hecha carne en nosotros. Estas dos columnas están siempre presentes en todo templo. Todos los templos o iglesias de todas las religiones, en última síntesis son solo alegorías simbólicas de lo que cada uno de nosotros debe desarrollar en su corazón, una verdadera catedral del alma, llena del poder del espíritu santo, llena del amor del Cristo y la sabiduría del Padre Eterno.

El Tesoro de la Luz es la chispa divina en nosotros, la semilla de Dios, nuestra esencia interior, que mora oculta en las profundidades de nuestro universo interior, dándonos vida y siendo el origen y la causa de nuestra existencia, el tesoro más grande que debemos conquistar.

Los antiguos sabios griegos conocían este secreto y uno de sus templos más sagrados, el Templo de Delfos estaba dedicado plenamente al estudio del conocimiento de sí mismo. En el frontispicio de este maravilloso templo estaba inscrita esta frase, cuyo autor es el gran sabio de esa época, Tales de Mileto: “Te advierto, quien quiera que fueres, oh! tú que deseas sondear los arcanos de la naturaleza, que si no hallas dentro de ti mismo aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo afuera. Si tú ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿cómo pretendes encontrar otras excelencias? En ti se halla oculto el tesoro de los tesoros. Oh! hombre, conócete a ti mismo y conocerás al Universo y a Dios”.

El objetivo más importante de nuestra existencia es el descubrir quienes realmente somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos; descubrir el verdadero sentido de nuestras vidas, la razón principal de nuestro transitar por los caminos de la eternidad. Necesitamos encontrar nuestra verdadera vocación en la vida, nuestro destino, el verdadero y oculto significado de emprender esta maravillosa aventura que se llama vida, este viaje excitante de adquisición de sabiduría, experimentando de instante en instante y en forma directa lo real, la verdad oculta en cada cosa, el Amor que palpita en toda la creación.

Fuente: LA PATRIA
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