El cóndor orureño ingresó a la época de la juventud

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El 7 de diciembre del 2010 veían con sorpresa los encargados del Zoológico Andino Municipal de la ciudad de Oruro, cómo el huevo que fue empollado por varias semanas por el cóndor macho se rompía y nacía un polluelo de esa especie. Desde ese día pasó más de un año y el cóndor orureño pasó a la época de la juventud.

El milagro de la naturaleza hace que estas especies se sigan reproduciendo en la ciudad de Oruro y más cuando es catalogada en peligro de extinción.

La historia del nacimiento del cóndor orureño se remonta hasta noviembre del 2010, cuando el personal del parque se percató que la hembra cóndor puso un huevo, para no alterar su desarrollo, se aislaron a los papás cóndores que estaban en ese ambiente y los dejaron solos para que se encarguen de empollar el huevo.

En el zoológico se pensó que el huevo nunca se abriría, porque pasaron las ocho semanas de incubación, sin embargo, cuando todo parecía perdido, la mañana del 7 de diciembre nació el cóndor polluelo, con plumón beige, la cabeza negra y el pico amarillo.

La noticia se mantuvo en reserva hasta los primeros días de enero, cuando oficialmente se anunció el nacimiento. Esa cría permaneció por semanas en su nido, sin salir a la luz debido a los cuidados que le daban sus padres, que lo sobreprotegieron y se portaron celosos de su nueva criatura.

Los cóndores tienen comportamiento monógamo y el macho se caracterizó por asumir el rol de protector del ambiente, mientras que la madre se encargaba de la nutrición diaria del bebé con alimento regurgitado. Algunas veces era reprendida por el macho cuando descuidaba el nido, aspecto que fue observado cuando en ocasiones recibía un par de picotazos en la cabeza.

A partir de ese momento, el personal del parque también brindó los cuidados necesarios a la nueva criatura con una serie de atenciones de rigor, como el establecimiento de un calendario sanitario.

Actualmente, el cóndor dejó de ser una cría y pasó a la época de la juventud. Se lo ve imponente en su reducto parado cerca de sus padres, de rato en rato extiende las alas para ser admirado por el público visitante. Las condiciones que tiene son óptimas que se reflejan en su plumaje que ahora se tiene una coloración gris.

La penúltima vez que nació un cóndor en el zoológico de Oruro, fue en enero del 2006.

Fuente: LA PATRIA