La seguridad en Democracia es básica para la libertad
04 ene 2012
Por: Armando Mariaca V.
Para muchos gobiernos dictatoriales que gobernaron Bolivia, el considerarse democráticos era el máximo ideal y objetivo; amparados en ese deseo, respetaron y “protegieron” la Constitución y las leyes – aunque, en su mayoría, conforme a sus conveniencias circunstanciales –. Para la vigencia de las libertades en todo país es necesario que la Democracia tenga seguridad, la seguridad de que será respetada conforme al goce de libertades por parte del pueblo y las instituciones.
En los últimos años, hay serias amenazas a la Democracia, porque se cree que es cimiento de “libertinaje” que utilizan algunos sectores del MAS y que contagian a la población. Por supuesto, quienes creen esto, tienen inclinación total a los sistemas dictatoriales y, si son tiránicos, mucho mejor porque, para quienes gustan del totalitarismo, la democracia convertida en anarquía y la libertad hecha libertinaje “son la mejor forma de conducir a los pueblos” y, en casos, “el mejor sistema para que la Constitución y las leyes sean respetadas”; esto último, por supuesto, se exige respeto por parte de los demás aunque internamente en los regímenes con tendencias dictatoriales, se haga menosprecio de esos principios.
El hecho de que algunos gobernadores de departamentos del país, por efecto de las elecciones, ocupen tan altas funciones, ha implicado para el régimen del MAS “una forma de controlar al gobierno” o “evitar cumplir con sus disposiciones”; en otras palabras, “gobernadores no pertenecientes al MAS, son contrarios al régimen y deben ser cambiados con gente de confianza del gobierno”. Estos argumentos pretenden avasallar con todo lo que implica democracia – donde estarían inmersos los gobernadores elegidos por el voto popular –. Cuán poco criterio y entendimiento hay en las filas del partido de gobierno sobre lo que es la Democracia y, en su vigencia, lo que son las libertades. Menos se supone algo positivo sobre lo que son los derechos humanos, bases sustantivas para la convivencia.
Defender la Democracia es, en Bolivia o en cualquier parte del mundo: Proteger y defender las libertades, la justicia, la solidaridad y la hermandad y unidad entre los hombres; es la mejor forma de crear condiciones para la vida digna del ser humano. Todo intento para violentar la Democracia es, simplemente, violar las libertades y no respetar los derechos humanos. Quienes creen que regulando o disminuyendo la importancia de los valores democráticos, se acrecentará el poder político, equivocan criterios porque el poder político es bueno tanto cuanto sea servicio y amor, no cuando se convierte en presión y abuso, amenaza y búsqueda de obediencia ciega.
Finalmente, hay que convenir en que la defensa de la Democracia implica defender todo lo que hace bien a la humanidad; engrandece los valores del ser humano; fortalece la unidad y anula los sin valores que la corrupción se encarga de acrecentar en todos los rincones del orbe. Defender la Democracia es rechazar dictaduras con su soberbia y petulancia; es, sobre todo, tomar consciencia de país y bien común. El Gobierno, por su propio sentido de justicia, debe controlar la vocinglería que circula en las filas de su partido en contra de los valores democráticos porque, en el fondo y en la forma, resultan ser protestas y rechazos así mismos y contrarios al sistema que ha elegido a las actuales autoridades nacionales y departamentales.
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