En el límite de la paciencia el problema de los límites
04 ene 2012
Fuente: LA PATRIA
En la medida que transcurre el tiempo y no se dan soluciones pragmáticas al problema de los límites entre poblaciones e incluso de departamentos, crece la incertidumbre en la población de esos sectores conflictivos, lo que se convierte en reacciones de protesta que inclusive puede degenerar en hechos violentos que alteren la paz y la armonía que debe primar entre bolivianos.
La verdad es que el problema de los límites jurisdiccionales se arrastra desde la misma creación de la República y en algunos casos se ha dejado pasar sus efectos negativos, mientras que en otros la incursión indebida en terrenos que son considerados de propiedad o jurisdicción de alguna comunidad ha sido rechazada primero con denuncias y luego con actitudes hostiles.
Un recuento que realizó – obligadamente – el Ministerio de Autonomías ha permitido establecer que las irregularidades limítrofes interdepartamentales afecten a la mayoría de los departamentos, el caso de La Paz, Cochabamba, Sucre, Potosí y Oruro, Tarija e inclusive el Beni, Santa Cruz en nivel interno y sólo Pando sin conflictos. El panorama es realmente preocupante.
El trabajo que corresponde a la definición de las superficies jurisdiccionales es parte importante del establecimiento territorial de aplicación de las autonomías departamentales, por tanto sanear este problema tiene vital importancia en el momento actual cuando de por medio existen especialmente algunos marcados intereses en el uso de recursos naturales ubicados en las latitudes geográficas entre dos distritos, el caso de Oruro y Potosí, con los yacimientos de caliza como insumo principal para fabricar cemento e inclusive la explotación de las salmueras de litio, que se ubican en un salar que abarca ambos distritos.
El problema de los límites necesita un prolijo trabajo técnico por parte de los profesionales del Instituto Geográfico Militar (IGM), que de momento resulta el organismo ideal para imponer autoridad y garantizar soluciones a los conflictos que enfrentan a comunarios de varias poblaciones del país, aunque este organismo debería informar sobre anteriores trabajos realizados para delimitar por ejemplo las jurisdicciones de Oruro y Potosí, donde los problemas han subido en intensidad y se profundizan debido inclusive a incomprensibles actitudes del Primer Mandatario, natural de Oruro, que como dicen los dirigentes cívicos “hace ostentación preferencial con los comunarios vecinos”, manteniendo latente un conflicto que puede agravarse.
La Ley de Autonomías recomienda a través de sus disposiciones “que los problemas de límites deben solucionarse por la vía del diálogo y comprensión, en la vía conciliatoria, con criterios históricos y culturales”, se supone agotando todos los esfuerzos para establecer soluciones pacíficas y efectivas que perduren en el tiempo. Lo lamentable es que hasta el presente los problemas no han sido resueltos y tal parece que los mismos no fueran de responsabilidad gubernamental aún cuando la propia CPE recomienda la necesidad de establecer los límites jurisdiccionales en todo el territorio, este problema merece tratamiento urgente pero de forma responsable, seria y objetiva.
Entre Oruro y Potosí hay una situación sumamente delicada que si no alcanza un arreglo concluyente, general y no sólo parcial puede derivar en situaciones de verdadero conflicto, sobrepasando las condiciones de un arreglo de partes por la vía conciliatoria. Se ha llegado al límite de una prudente espera, lo que venga luego será responsabilidad de las autoridades gubernamentales.
Fuente: LA PATRIA
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