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Domingo 01 de enero de 2012

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Revista Dominical

Migración del campo a la ciudad

01 ene 2012

Fuente: LA PATRIA

Por: Alejandro Pally Montaño - Profesor

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El éxodo rural o campesino se refiere a la migración generalmente de gente joven, adolescente o adulto joven del campo a la ciudad, este proceso es muy antiguo y se aceleró con la revolución industrial y sobre todo, a partir de la segunda mitad del siglo XX. Se suele considerar como un tipo especial de migración porque en ella no sólo se cambia de lugar de residencia, sino también de profesión, por motivos más que evidentes, dadas las diferencias tan grandes que existen entre las oportunidades, número y características de los diferentes tipos de empleo que existen en el campo, con relación a la ciudad.

Los seres humanos, lo mismo que sucede con la mayoría de las especies animales, se desplazan en la superficie terrestre en unos movimientos individuales o colectivos que se denominan migraciones, la diferencia principal entre los seres humanos y las especies animales es que, en este caso, los motivos de las migraciones son incentivos de sobrevivencia, mientras las migraciones en los seres humanos obedecen a una decisión razonada más o menos libre, en la que el instinto, también tiene su importancia, ocupa un lugar muy secundario, esta idea puede dar pie a una subdivisión de las migraciones en dos tipos: espontáneas y forzadas, lo que sucede es que no hay, por lo general, una clara delimitación entre ambos; pero en el caso del éxodo rural es bastante sencillo de analizar, la bibliografía anglosajona de las ciencias sociales o teoría de atracción - repulsión, que sirve para explicar, al menos de una manera sencilla, la génesis del éxodo campesino hacia los centros urbanos, como desplazamiento motivados por factores de rechazo en el medio rural y como contrapartida de atracción en el urbano.

Los factores de rechazo en el medio rural es la escasez de fuentes de empleo, que afecta en mayor grado a la población femenina, por lo que las mujeres tienden a predominar el éxodo rural.

Escasez de institución de enseñanza, además, hay que sumar las largas distancias a cubrir para llegar a una escuela o colegio, las dificultades en el transporte escolar son mucho más grave en el medio rural y sobre todo, en los países subdesarrollados, entre todas las instituciones educativas, son las de enseñanza secundaria, desde luego en la superior, las que resultan más escasas en el medio rural.

La escasez de servicios, entre ellos hay que destacar a los asistenciales, de comercio, de formación, asesoría técnica y muchos otros.

El desarrollo técnico de la agricultura tiende a disminuir las necesidades de trabajo asalariado y como consecuencia da origen a un motivo adicional para emigrar.

Las ciudades ejercen un atractivo muy poderoso sobre la población rural, muy a menudo los campesinos de todo el mundo, quedan deslumbrados por la vida urbana, la cual se manifiesta en la oferta de todos aquellos elementos que suelen ser más difíciles de lograr en el campo.

En las ciudades existe una mayor diversidad de empleo, especialmente para el sexo femenino, en cambio, en el medio rural casi no existen empleos fuera de las actividades relacionadas con las labores agropecuarias, existen también una mayor diversidad y disponibilidad de servicios, los centros urbanos, sobre todo los más grandes tienen un nivel superior al del medio rural.

Empleo poco cualificado, muy a menudo las ciudades necesitan mano de obra para aquellos empleos de escasas exigencias y de menor remuneración y estos empleos tienden a ser cubiertos por los inmigrantes del medio rural.

Las consecuencias del éxodo rural en el campo son positivas disminuyen la presión de la población sobre los recursos, disminuye el desempleo y la miseria, se reciben las remesas de dinero enviados por los emigrantes a sus familiares, mejoran las técnicas empleadas en las actividades agropecuarias, como una manera de contrarrestar los efectos de la migración.

Son negativas, disminuye la vitalidad de la población, desequilibrios en la composición de la población por edad y sexo, en el éxodo rural emigran, precisamente, las personas con mayor afán de superación, cuya labor en el campo podría ser más positiva los que permanecen en el campo, se encarecen los costes de los servicios al disminuir el número de personas que los reciben, al quedar la población de mayor edad, esto las vuelve más reacias al cambio y no miran con buenos ojos las adaptaciones que tienen que hacer para acostumbrarse a una vida cotidiana cada vez más compleja, tradicionalmente ha existido un intento por evitar o limitar el éxodo rural, tanto por parte de la población rural que desea retener los posibles emigrantes, especialmente del sexo femenino, puede verse en el folklore de algunos países, la población urbana, que mira con recelo la especie de invasión de forasteros procedentes del campo.

En la ciudad son positivas aumenta la tasa de vitalidad de la población, ya que en el éxodo rural predominan los jóvenes, aportes de capital, ya que muchos campesinos venden sus propiedades para crear sus propias empresas industriales, artesanales o comerciales de pequeño escala en las ciudades, abarata los costes en el mercado laboral, ya que los campesinos suelen recibir menor salario que los citadinos. Son negativas las competencia de la población urbana en el mercado de trabajo, en los servicio que reciben los habitantes de las ciudades, disminuye al menos en un primer momento, el nivel de vida de la población urbana en su totalidad, aumenta la marginalidad de parte de la población, con todas las implicaciones que ello acarrea, suelen aumentar los precios, no solo por el mayor consumo, sino porque las remesas de los inmigrantes a sus lugares de origen generan una cierta inflación disfrazada.

La gran mayoría de los habitantes de las ciudades subestiman hasta inclusive menosprecian a los campesinos, estos no se adaptan a la vida urbana, cuando llegan a una ciudad grande, no suelen permanecer mucho tiempo y al final prefieren irse a su aldea y vivir solos a tener que lidiar con un mundo tan distinto al que ellos conocieron hace muchos años, la solución al problema, desde luego, sería mejorar la calidad de vida de las pequeñas poblaciones empleando para ello precisamente, ese desarrollo tecnológico que muchos de los habitantes del medio rural no suelen e incluso no quieren entender, en muchos países desarrollados, se ha querido lograr un sistema de vida que toma lo mejor de los dos mundos, el rural y el urbana.

Bolivia, en relación con otras países latinoamericanos, debe ser, sin lugar a dudas, el país que menos inmigrantes ha recibido en su historia republicana (1825), razón esencial para que la diversidad étnico-cultural no haya sufrido transformaciones substanciales, salvo las provocadas por el proceso colonial, los grandes flujos migratorios fines del siglo XIX, los provocados por la guerra mundial y los productores por la guerras internas y desastres naturales y sociales de otras latitudes, no tomaron en cuenta a Bolivia como posible espacio de refugio o como escenario para el emprendimiento de nuevos asentamientos. El fenómeno migratorio en Bolivia, sea la interna o la externa, está rodeada de niveles intolerables de discriminación y exclusión, la migración interna, como fenómeno de masas es el resultado de la Revolución de 1952, cuando las masas alzaban en armas terminaron sin el poder, pero imponiendo la Nacionalización de Minas, el Voto Universal y en especial la Reforma Agraria, miles de indios, quechuas y aymaras como consecuencia de ese extraordinario momento histórico se hacen presentes en las ciudades de manera notoria y gradual; La apertura hacia el agro del oriente y la construcción de un Estado Nacional en medio de las más grandes diversidades, hace presente en las urbes, a una población que el 1950 se encontraba en un 74 % en el área rural.

La migración campo - ciudad, pese a los beneficios que reporta para la población urbana, en tanto mano de obra barata, servidumbre, productos agrícolas diversas y a bajos precios, es un fenómeno tolerable pero discriminatorio en externo, tal cual antes de gran parte de las ciudades capitales, se prohibía que los indios ingresen a la plaza principal, los indios, campesinos eran vistos como animales de carga, de trabajo de servidumbre; esa mentalidad si bien ha cambiado en algo, subsiste en amplios sectores de la población, una mentalidad neocolonial, colonialismo interno, que incluso demanda comprensión y entendimiento de los indios - campesinos que no quieren entender las políticas de su incorporación a la Nación Boliviana en la que se esfuerzan los gobiernos y el Estado; la migración de bolivianos hacia países con mejores condiciones laborales, encontró en la Argentina una plaza para la mano de obra barata, la sumisión y la sobreexplotación, alcanzando según se calcula, los dos millones de bolivianos en dicho país, los denominaron “bolitas” o “cabecitas negras”, son algo así como hombres de trabajo de más de 8 horas dianas, no reclamaron, ni protestaron se acomodaban a cualquier condición laboral, en especial aquellas duras de alta resistencia física, los niveles de humillación y discriminación a los bolitas no tiene parangón en esta parte de Sudamérica, mirando hacia otras latitudes, el estigma del boliviano también ha hecho presa a los pobladores que buscan salir de la extrema pobreza o que simplemente desean un mejor futuro que el país se puede proporcionar; en suma, que estimamos en un 30 a 35 % de la población boliviana vive en el exterior.

Los seres humanos a diario experimentamos diferentes tipos de migración que son: la migración temporal, migración de mantenimiento y migración de ruptura. La migración temporal se refiere a las personas que migran a las ciudades por un cierto tiempo, van a trabajar a la ciudad por algunas semanas, meses o un par de años, luego retornan a su lugar de origen, la migración de mantenimiento es la gente que vive entre la ciudad y el campo, es decir, muchos tienen casa en la ciudad y en el campo, normalmente las mujeres viven la migración de mantenimiento porque siempre están viajando a sus comunidades de origen en las fiestas, en la época de siembra y cosecha a ejercer algún cargo, y la migración de ruptura se refiere a la gente que abandona la tierra de origen, ya no retorna mas, se va para siempre.

En conclusión este documento ha mostrado que la migración rural - urbana no constituye un problema serio en Bolivia, ni para los migrantes, ni para las ciudades, al promover la migración rural - urbana a través de políticas sensibles, es probable que se pueda reducir varios de los problemas que Bolivia enfrenta.

En primer lugar, la satisfacción de necesidades básicas tales como la electricidad, el agua potable, escuelas y servicios de salud no se encuentra disponibles para una gran parte de la población rural, y no pueden ser puesta a disposición de la población debido a los extremadamente elevados costos de extender estos servicios a todas las comunidades rurales, pudiendo proporcionar estos servicios públicos de manera más efectivas a un costo mucho más bajo. A consecuencia del éxodo rural, muy particularmente en el occidente están quedando los pobladores de la tercera edad, eso afectaría al cierre de algunas escuelas educativas de la región, por falta de estudiantes.

En el segundo lugar, la tierra agrícola en el altiplano está severamente degradada y no puede soportar el actual tamaño de la población rural, muchos agricultores jóvenes quisieran vender sus pequeñas parcelas, pero no pueden hacerlo debido a que no tienen títulos sobre la tierra, en lugar de simplemente abandonar sus tierras, ellos escogen quedarse con el único activo limitado con que cuenta, al entregar títulos sobre la tierra a todos estos propietarios informales, el mercado de tierras podría hacerse mucho más efectivos a agricultores que se encuentran atrapados en sus pequeñas parcelas de tierras podrían vender, facilitar la consolidación y modernización de la agricultura en el altiplano, el exceso de la población rural en el altiplano dejaría la región ello permitiría a aquellos que se pueden incrementar sus niveles de vida a través de tamaños de fincas mas óptimos; pero sin embargo no se debe vender tierras, por el crecimiento vegetativo de la población, aquí a un tiempo no tan lejano la tierra puede convertirse en un tesoro. En tercer lugar, los bosques en tierras fiscales en los valles y las tierras bajas se encuentran amenazadas por la expansión de la agricultura, el incentivar la migración rural - urbana podría quitar algo de esta presión, lo cual complacería a aquellos preocupados por el medio ambiente; si Bolivia quiere desarrollar la imagen de refugio de la biodiversidad y paraíso para el eco-turismo, para los cuales ciertamente tiene las ventajas naturales, es importante que estos activos ambientales sean protegidos por la expansión de la agricultura.

Fuente: LA PATRIA
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