El Papa invita al mundo a comenzar el año nuevo con actitud de confianza
29 dic 2011
Fuente: La Paz, 28 (ANF).-
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A pesar de los problemas que atraviesa el mundo, el Papa Benedicto XVI invita a iniciar el año nuevo con actitud de confianza, sin dejarse abatir por las tribulaciones, además, señala que la crisis global tiene orígenes culturales y antropológicos.
“Parece como si un manto de oscuridad hubiera descendido sobre nuestro tiempo y no dejara ver con claridad la luz del día”, señala el Sumo Pontífice en su mensaje para la XLV Jornada Mundial de la Paz que se celebrará este domingo, el primer día del 2012.
Con la certeza de que el 2011, “ha aumentado el sentimiento de frustración por la crisis que agobia a la sociedad, al mundo del trabajo y la economía”, Benedicto XVI señala que es “una crisis cuyas raíces son sobre todo culturales y antropológicas”.
Con el tema “Educar a los jóvenes en la justicia y la paz”, el Papa se dirige tanto a este grupo de la sociedad del mundo, como a los padres, las familias y a todos los estamentos educativos y formativos, así como a los responsables en los distintos ámbitos de la vida religiosa, social, política, económica, cultural y de la comunicación.
Benedicto XVI pide “prestar atención al mundo juvenil, saber escucharlo y valorarlo”, puesto que esto “no es sólo una oportunidad, sino un deber primario de toda la sociedad, para la construcción de un futuro de justicia y de paz”.
“Se ha de transmitir a los jóvenes el aprecio por el valor positivo de la vida, suscitando en ellos el deseo de gastarla al servicio del bien. Éste es un deber en el que todos estamos comprometidos en primera persona”, señala el mensaje.
FASCINANTE AVENTURA
“La educación es la aventura más fascinante y difícil de la vida”, señala el Papa al explicar que educar “significa conducir fuera de sí mismos para introducirlos en la realidad, hacia una plenitud que hace crecer a la persona. Ese proceso se nutre del encuentro de dos libertades, la del adulto y la del joven”.
Este ejercicio exige “responsabilidad del discípulo, que ha de estar abierto a dejarse guiar al conocimiento de la realidad, y la del educador, que debe de estar dispuesto a darse a sí mismo”, indica el Papa al asegurar que los primeros educadores son los padres.
En ese marco, “la familia es la célula originaria de la sociedad”, pues en ésta los hijos aprenden los valores humanos y cristianos, en este seno “se aprende la solidaridad”, el respeto, las normas, el perdón y la acogida. “Es la primera escuela donde se recibe educación para la justicia y la paz”.
Benedicto XVI reitera la alerta de que “vivimos en un mundo en el que la familia, y también la misma vida, se ven constantemente amenazadas y, a veces, destrozadas”.
El mensaje también se dirige a los responsables de instituciones dedicadas a la educación y les pide que “vigilen con gran sentido de responsabilidad para que se respete y valore en toda circunstancia la dignidad de cada persona”.
También exhorta a que “todo ambiente educativo sea un lugar de apertura al otro y a lo transcendente, lugar de diálogo, de cohesión y de escucha, en el que el joven se sienta valorado en sus propias potencialidades y riqueza interior, y aprenda a apreciar a los hermanos”.
El Papa se dirige a los gobernantes, “pidiéndoles que ayuden concretamente a las familias e instituciones educativas a ejercer su derecho-deber de educar. Nunca debe faltar una ayuda adecuada a la maternidad y a la paternidad”.
De igual manera pide a los gobernantes “que se esfuercen para que a nadie se le niegue el derecho a la instrucción y las familias puedan elegir libremente las estructuras educativas que consideren más idóneas para el bien de sus hijos”.
A los medios de comunicación social les pide que “den su aportación educativa”, puesto que “tienen un papel particular: no sólo informan, sino que también forman el espíritu de sus destinatarios y, por tanto, pueden dar una aportación notable a la educación de los jóvenes”.
“Es importante tener presente que los lazos entre educación y comunicación son muy estrechos: en efecto, la educación se produce mediante la comunicación, que influye positiva o negativamente en la formación de la persona”, remarca el mensaje.
Pero la educación debe ser en la verdad, la libertad, en la justicia y en la paz, puesto que “el valor de la persona” su dignidad y sus derechos “están seriamente amenazados por la extendida tendencia a recurrir exclusivamente a los criterios de utilidad, del beneficio y del tener, es importante no separar el concepto de justicia de sus raíces transcendentes”.
Fuente: La Paz, 28 (ANF).-
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