Sábado 24 de diciembre de 2011
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A veces nos encontramos con personas de grande nobleza espiritual, de profunda integridad moral y firme compromiso por los demás, expresados en actos sencillos que tienen un valor incalculable que reflejan la solidaridad en la época de Navidad.
Este hecho se observó cuando una madre de familia junto a sus hijas, se paró en la calle Presidente Montes y Junín, lugar donde se puso a repartir ropa y juguetes a niños que llegaron del área rural.
Un ejemplo que deberían copiar todos, esencialmente las personas que no creen en la Navidad que carecen de fe y tienen una mentalidad tan cerrada, resentida, intolerante y dura, que juzga a todos desde lo alto de su pretendida verdad, manifestó el rector del Santuario de la Virgen del Socavón, Bernardino Zanella.
¿Qué pasa? ¿La fe no tendría que humanizarnos más?, se pregunta el sacerdote, ante la contemplación de la humanización de Dios en Jesús, quien asumió nuestra condición para hacernos capaces de reproducir en nosotros la ternura y la misericordia del Padre.
Por esta situación recuerda que cuando José y María ubicaron en un pesebre al niño Jesús, donde se ponen los alimentos para los animales, Jesús se hizo alimento para todos, se ofreció como el pan de vida, enseñándonos a seguir su mismo camino: Hacerse pan para que nadie en el mundo muera de hambre.
Fuente: LA PATRIA
