Jueves 22 de diciembre de 2011
ver hoy
La Navidad ha perdido todo su sentido interno, también la Nochebuena que deberia ser una noche bendecida, una noche consagrada al gran espíritu del cielo y a la personificación del Cristo de Dios, el corregente del infinito, pero ¿dónde ha quedado todo esto y donde está el corazón para Cristo?.
El siendo Jesús de Nazaret nos prometió enviarnos al Consolador eterno, para conducirnos a través de El a toda la verdad y ese tiempo ha llegado. El Cristo de Dios resucitado ha cumplido Su promesa dada a los hombres, pues Dios, el Todopoderoso ha vuelto a enviar en nuestra época a un gran profeta. Es Gabriele, a la que Dios, el Eterno llama Su mensajera y profeta. Y a través de ella El, el Consolador, ha derramado sobre los hombres durante 35 años toda la verdad del cielo, hasta el punto en que es posible ser captada por los seres humanos. Toda una plenitud de conocimiento espiritual dado como nunca anteriormente y El, Cristo, vuelve a llamar a todas las personas de buena voluntad diciendo: Yo, Cristo, soy el Camino, la verdad y la vida. ¡Seguidme!