Una familia de seis miembros murió al inhalar monóxido de carbono

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Una familia de seis miembros, papá, mamá, cuatro niños y dos mascotas encontraron la muerte la noche del domingo 11 de diciembre, tras inhalar monóxido de carbono en la única habitación que tenían en su casa. Dos de sus chanchos alertaron a un vecino ayer para que los cuerpos sean encontrados después de casi una semana de fallecidos.

Eran las 08:00 horas aproximadamente del sábado 17 de diciembre, cuando el vecino Efraín Quispe llegó a la urbanización Vida Nueva, que está al Oeste del municipio de Poopó, distante a 54 kilómetros al Sur de la ciudad de Oruro, para observar una construcción en el lugar.

En su camino escuchó el gruñido desesperado de dos crías de chanchos que estaban en un pequeño corral. El vecino se acercó a observarlos y notó que no tenían ni agua, ni comida, pero también le llamó la atención que sus dueños no estén por el sector, entonces, se acercó hasta la habitación.

Ellos eran el papá, Fabián Solá Laque de 27 años, la madre Eleuteria Condori Mamani, los hijos Tomás Solá Mamani de diez años, Elvira Solá Condori de siete años, Jhonny Solá Condori de cuatro años y otro menor NN de dos años.

El vecino cerró de susto la puerta y salió en busca de uno de sus compadres para contar lo sucedido. Posteriormente, llegaron los dos y se cercioraron que evidentemente estaban sin signos vitales. Luego se dirigieron a la Policía de Poopó para avisar a las autoridades del trágico hallazgo.

POLICÍA

En ese momento se convocó a investigadores de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de Oruro, personal policial de Poopó, al fiscal de Huanuni, Willy Gómez, quien nunca contestó su celular y fue su asistente quien asumió la responsabilidad para el levantamiento legal de los cadáveres. También se hizo presente en el lugar del hecho el médico forense del Ministerio Público.

Después de hacer las primeras indagaciones en los cuerpos, se determinó que la muerte de la familia y las mascotas, un perro y un gato, fue a consecuencia de una asfixia por inhalación monóxido de carbono. Uno a uno los cadáveres fueron revisados para llegar a esa hipótesis.

Pero, había un elemento más que se tomó en cuenta para resolver el hecho; en la habitación había un generador eléctrico nuevo, pero cuyo motor presentaba indicios de haberse sobrecalentado tras quemar el combustible que llevaba.

Según las personas que conocían al padre de familia, Fabián Solá Laque, desarrollaba dos actividades, era minero y a la vez albañil. Durante las tardes se dedicaba a hacer trabajo de albañilería en una iglesia evangélica y fue precisamente el domingo pasado que sacó un adelanto de dos mil bolivianos, para comprar un generador eléctrico, ya que en su casa no había energía.

Sus amigos señalaron que el domingo en la mañana, que fue el último día que lo vieron, estaba alegre por la compra del generador. Otro de sus vecinos, indicó que en la tarde del mismo 11 de diciembre, pasó muy cerca al lugar y escuchó que en su habitación había música a todo volumen y observó que hacían la ch’alla del equipo adquirido.

Posteriormente, nadie se percató de la familia Solá Condori hasta ayer, cuando fueron encontrados muertos en su habitación. El caso está en investigación y se pidió a las autoridades que los cadáveres no sean trasladados a la morgue del Cementerio General de Oruro.

Los cuerpos se quedaron allí para que sus vecinos y allegados les den cristiana sepultura.

Entre otros datos que brindaron indicaron que la mamá, Eleuteria Condori tiene sus parientes en la comunidad de Cala Cala que está en el municipio de Uncía del departamento de Potosí.

Fuente: LA PATRIA