Se trata de un plan policial de control en las fiestas de fin de año encarado por la Policía Nacional para evitar que los delincuentes hagan de las suyas con los ciudadanos empeñados en la compra de regalos en los mercados, ferias y en diferentes locales saturados de gente, mercadería variada y por supuesto buena cantidad de amigos de lo ajeno.
Si bien se observa una discreta presencia policial en las ferias y en los centros comerciales, la misma no es suficiente para espantar a los delincuentes que se dan modos para cometer sus fechorías, por así decirlo, a vista de los guardias cuya tarea se limita a observación y actuación sólo en casos en que los afectados alcanzan a formular su denuncia oportunamente, por lo demás una mayoría de hechos pasan al proceso de investigación y con mucha suerte es posible identificar y capturar a los hábiles malhechores.
Para dar mayor garantía a la población y con el objeto de “despistar” a los delincuentes el plan Papá Noel presenta una variante y es la presencia de los policías en su tarea de control y seguridad vestidos de civil, sin uniforme, de forma tal que puedan sorprender a los delincuentes de manera infraganti en el desarrollo de sus operaciones irregulares.
Según algunos observadores la medida surtirá efecto con los delincuentes “mostrencos”, los principiantes y los inexpertos, porque los delincuentes de alto vuelo reconocen a los policías de traje o de uniforme, cerca o a distancia, por tanto la medida puede tener parcial efecto sabiendo que los más avezados delincuentes estarán en abierta competencia en las aglomeraciones.
Considerando que en el último tiempo se han incrementado los hechos delictivos en la mayoría de las ciudades del país, es bueno saber que en algunos comandos policiales se implementan planes especiales o de coyuntura para otorgar garantía a la ciudadanía, especialmente en días especiales previos a la Navidad cuando buena parte de la población, con más o menos recursos económicos, sale a efectuar las compras navideñas.
Está bien que se ejecuten programas de temporada para mejorar el control en las ciudades, pero lo que el ciudadano común exige es que también se definan estrategias para garantizar la seguridad ciudadana todos los días del año y en condiciones de extrema responsabilidad para desbaratar las acciones que bien planificadas por los delincuentes les reportan ganancias en perjuicio de la población civil, del comercio y la banca, de los negocios chicos e informales donde los maleantes sientan sus bases preferentemente en las celebraciones y después con inusitada violencia durante el resto del año.
La acción policial es necesaria preventivamente pero mucho más de forma activa y en todas las circunstancias, especialmente en periodos como el de ciertas festividades pero indudablemente el trabajo de los guardianes del orden debe percibirse con mucha claridad a toda hora y cada día, pues se trata de una responsabilidad innata que puede responder a ciertos planes y estrategias temporales, pero que de ningún modo puede distorsionarse en circunstancias en las que la presencia de los policías es determinante para enfrentar la delincuencia y ejercer esa parte que todos reclaman, seguridad ciudadana, con Papá Noel o sin él, pero con personalidad profesional de alta responsabilidad.
Fuente: LA PATRIA
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