Ante la constante amenaza de usurpación y plagio de las danzas del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e intangible de la Humanidad, se tomó la acertada decisión de revalorizar y cuidar la cultura de Oruro, la cultura boliviana.
Esa iniciativa nació desde el Gobierno actual y la consideramos ponderable, pero más allá de esa reacción tardía, debemos tomar en cuenta de los espacios que se necesitan para hacer conocer al mundo entero, la riqueza cultural del país, pero sobre todo de Oruro, que es la Capital del Folklore de Bolivia.
Ningún mortal, al menos en su sano juicio, pensaría o pasó por su mente juntar a dos culturas muy distintas en un acontecimiento pocas veces visto; una con tradición que data de siglos pasados, como es la danza de la diablada y la otra de reciente florecimiento por la tendencia, estilo y características de la música que interpreta uno de los grupos de música más afamados a nivel mundial y nos referimos a Calle 13.
Sin embargo, aquel hecho fue posible; pero ¿qué pasó para que esas dos culturas se unan en un solo concierto?
LA PREVIA
La Diablada Artística Urus, uno de los conjuntos más representativos del Carnaval de Oruro, llegó al concierto que ofreció Calle 13 el sábado 26 de noviembre en el Teatro al Aire Libre de La Paz, a invitación expresa del presidente Evo Morales, quien a través del Ministerio de Culturas y de la ministra Elizabeth Salguero, efectuó las gestiones necesarias para la presentación de la danza más tradicional de Oruro, la diablada.
Sin duda alguna, el principal objetivo era la reivindicación de la danza de la diablada, como lo dijimos anteriormente, por el descarado plagio y usurpación que sufren las danzas del Carnaval de Oruro, por habitantes de los países vecinos de Chile y Perú.
Pero, ¿por qué precisamente con Calle 13? Lo que pasa es que en una anterior presentación del mencionado grupo en Viña del Mar, presentaron una danza chilena con máscaras de la danza de la diablada, obviamente propia de Bolivia.
Ante esta situación el Ministerio de Culturas emite un boletín que señalaba: “El Estado Plurinacional de Bolivia que avanza en la revolución cultural reivindica con esta intervención, a la danza de la diablada como una expresión cultural propia de nuestro país”.
La invitación cursada era para poner en escena a diez danzarines de la diablada con sus diferentes características: Un ángel, dos diablos, tres diablesas, dos satanaces, un ñaupa y una china supay.
Pero, antes de la presentación, Calle 13 tuvo un encuentro con el presidente Evo Morales en el Palacio de Gobierno, donde a los visitantes se les ofreció un pequeño homenaje por su llegada al país, con características muy típicas del país, principalmente, nativas.
La ministra de Culturas, Elizabeth Salguero, aprovechó la oportunidad para entregar una careta de diablo a Calle 13.
Mientras tanto la delegación de la Diablada Artística Urus, fue bien recibida por los organizadores quienes no obviaron ningún detalle.
EL CONCIERTO
El concierto de Calle 13 comenzó un poco antes de la medianoche ante un lleno total, previamente actuó el grupo boliviano Matamba, mientras tanto, entre bastidores se preparaba la Diablada Artística Urus, fue en ese ínterin que llegó al lugar del concierto Calle 13, dirigidos por su vocalista, René Pérez conocido como Residente, con un despliegue de seguridad pocas veces visto.
Los diablos del buzo celeste se emocionaron por la presencia del cantante de fama mundial y fue el danzarín Mauricio Gonzales, quien le obsequió su máscara, sacrificando su presentación en el escenario. Posteriormente, se ultimaron los detalles para participar del concierto.
El bullicio en el público era ensordecedor por la inusitada expectativa de Calle 13, grupo que arrasó en la última entrega de los premios Grammy Latino, que se realizó recientemente en Las Vegas, Estados Unidos.
El grupo musical de Puerto Rico ofreció un espectáculo, como se esperaba, único y lleno de sorpresas, demostrando la sencillez y calidez que irradia Residente al momento de interpretar las canciones.
Faltaba poco para que termine el concierto y de repente, como salidos del infierno, los diablos de la Urus aparecieron en el escenario, ante una ovación inimaginable de tener delante del artista, una parte del mejor Carnaval del mundo, como es el de Oruro.
Se escuchó entre el público, los gritos de ¡Bolivia!, ¡Bolivia!, ¡Bolivia!, que nacieron de lo más profundo del corazón de los bolivianos que estaban como expectantes en el Teatro al Aire Libre paceño.
Pese a la prohibición de colocar cualquier tipo de pirotecnia, dos satanaces bota fuegos participaron del acontecimiento. Mientras tanto, se escuchó por la amplificación una canción muy característica de la Diablada Artística Urus.
La gente ovacionó aquel momento, en medio de aplausos, gritos y todas las expresiones que se les ocurrieron. Mientras tanto los diablos danzaban contagiando de aquel espíritu a Calle 13. Residente se puso a bailar en medio de las diablesas, una de ellas, le entregó unas cintas con la tricolor nacional, que es parte de la vestimenta de los diablos de buzo celeste.
A medida que pasaban los minutos, el calor de la danza infernal fue aumentando en intensidad, hasta que llegó el momento del huayño “Parece que va llover”. La letra era muy conocida por el público paceño, que cantó a voz en cuello y una vez que terminó la presentación de la diablada, nuevamente se gritó al unísono: ¡Bolivia!, ¡Bolivia!, ¡Bolivia!...
Los diablos se retiraron del escenario, sin embargo, Residente enamorado por lo que había visto, invitó a los integrantes de la Diablada Artística Urus, a pasar al escenario y disfrutar junto a él y su grupo de la última parte del concierto. Fue ahí cuando los Urus bailaron al son de la música urbana de Calle 13.
El presidente de la Diablada Artística Urus, Aldo Villegas, manifestó que como danzarines y organizadores, vieron como en pocas ocasiones el apoyo promocional de la danza de la diablada de autoridades inmersas en la actividad cultural.
“Nos llena de alegría y nos agrada bastante. Se piensa seguir con ese paso promocional que como danzarines, organizadores, autoridades estamos en la obligación de trabajar”, indicó.
Villegas señaló que presentaciones como la que se realizó en La Paz, hizo noticia en todo el mundo, por tratarse de un grupo arrasador de los premios Grammy Latino, y porque el Presidente y Ministerio de Culturas hicieron noticia de este tema.
“En internet, en menos de 2 días más de diez videos fueron colgados en youtube. Más de 50 agencias de noticias hablaron del tema; miles de comentarios de todas partes del mundo, que ante su asombro y cariño a esta danza de la diablada y en particular a la Diablada Artística Urus, hicieron que como bolivianos y más como Orureños, nos encontremos orgullosos de que esta hermosa danza pertenezca a nuestra amada Bolivia”, concluyó.
CALLE 13
Calle 13 es una banda de música urbana de Puerto Rico, encabezada por René Pérez Joglar, apodado Residente, y su hermanastro Eduardo Cabra que se hace llamar Visitante. René es cantante y compositor, y Eduardo canta los coros y es compositor, multiinstrumentista (piano, melódica, guitarras eléctricas y otros).
Su hermana Ileana Cabra, llamada PG-13, participa en algunas canciones como voz femenina.
La banda ha ganado diez premios Grammy Latinos y dos premios Grammy, siendo así en la música urbana los máximos ganadores del Grammy. En poco tiempo de trayectoria, el dúo se ha popularizado en América Latina. La banda fue fuertemente influenciada por artistas como Vico C, Tego Calderón y Julio Voltio.
Sus apodos provienen de la identificación que tenían que dar al guardia de seguridad para entrar a su casa, ubicada en la Calle 13, en una urbanización de Trujillo Alto, un pueblo en el área metropolitana de San Juan.
La banda se caracteriza por su estilo musical ecléctico, a menudo utilizando instrumentos no convencionales en su música y su capacidad de abordar distintos temas. La banda también es conocida por sus letras satíricas, así como un comentario social sobre temas latinoamericanos y de cultura.
Fuente: LA PATRIA
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