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Domingo 27 de noviembre de 2011

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Cultural El Duende

Humboldt y Blanco White

27 nov 2011

Fuente: LA PATRIA

Fragmento

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Uno de los primeros lectores hispanos del Ensayo político sobre el reino de la Nueva España y, sin duda alguna, su primer divulgador, no fue otro que José María Blanco White en las páginas de El Español. Las dos entregas iniciales de la magna obra de Alexander von Humboldt, correspondientes al Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente editadas en París por el librero Scholl en 1808 –el Ensayo completo no saldría a la luz hasta 1811–, fueron ampliamente reseñadas por él, recién desembarcado en Londres, en el número IV del mensual de julio de 1810. Dieciocho meses después, Blanco insistió en la trascendencia de la obra del gran viajero, científico y geógrafo mediante su propia traducción de un estudio sobre ella publicado en la Edinburgh Review (El Español, XXII, enero de 1812). La primera versión íntegra de Humboldt en nuestra lengua, debida a la pluma del afrancesado González Arnao, no se estampó sino en 1822 en la capital francesa. Una edición anterior abreviada del Ensayo, vertida al castellano por Pedro María de Olivo, se imprimió en Madrid en 1818, mas tuvo escasa repercusión y, dadas las circunstancias, no cruzó el Atlántico.

Si la figura de Humboldt es poco menos que desconocida en España, salvo para un puñado de historiadores, la repercusión de su obra en Hispanoamérica, en especial en México y Cuba, fue tan perdurable como amplia. Como recuerda Juan A. Ortega y Medina, en su bien documentado prólogo al Ensayo (Ed. Porrua, México 1973), éste inspiró casi todos los planos y medidas del México independiente y alentó a los humboldtianos a deshacerse del lastre religioso y conservador de la Nueva España. Como corroborando sus palabras, en una reciente estancia en Berlín, descubrí que el monumento erigido ante la universidad que lleva su nombre, había sido donado en 1938 por el claustro de La Habana, en homenaje, como reza la lápida, al segundo descubridor de Cuba. La ignorancia del pasado colonial y de la extraordinaria labor de escritores e intelectuales hispanoamericanos –desde Bello y Sarmiento a Martí y Alfonso Reyes– que afecta a la paticoja cultura de la península, impone con urgencia la tarea de sustituir las frecuentes conmemoraciones huecas de la clase política por un repaso atento a esta parte desgajada, pero indispensable, de nuestro patrimonio común.

Los viajes emprendidos por Humboldt entre 1799 y 1804 constituyen un auténtico vivero de informaciones sobre la geografía y la sociedad del Nuevo Mundo, fruto de una insaciable curiosidad científica forjada en el espíritu de la ilustración que floreció en Prusia en la segunda mitad del siglo XVIII. La publicación del Viaje y su repercusión, tanto en Europa como en América, le convirtieron en una de las personalidades más notables y respetadas de la cultura alemana agrupadas en el célebre Círculo de Weimar –Goethe, Herder, Schiller, Schelling…–, y el primero de ellos, en sus Conversaciones con Eckerman, comentó que unas pocas horas de plática con Humboldt equivalían a años de aprendizaje en todos los campos del saber científico.

Juan Goytisolo. Escritor español.

Fuente: LA PATRIA
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