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Domingo 27 de noviembre de 2011

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Revista Dominical

La Plaza 10 de Febrero, ícono de la historia de Bolivia

27 nov 2011

Fuente: LA PATRIA

Por: Dehymar Antezana - Periodista

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La Plaza 10 de Febrero fue el escenario de muchos momentos históricos para la ciudad como para el país y cuyo precedente nos remonta hasta 1606, porque allí se fundó Oruro, pero allí también surgieron las ideas para los cambios transcendentales del país, en distintas épocas, logrando fortalecer a través de esos movimientos a los bolivianos que lucharon por su Patria.

Aquel lugar fue también el escenario donde se originó el nombre de nuestro matutino LA PATRIA y que a la fecha es el Subdecano de la Prensa Nacional.

A través del tiempo, la Plaza 10 de Febrero ha tenido distintos cambios, como por ejemplo, fue la primera plaza de armas de Bolivia que fue asfaltada, también fue testigo mudo del ingreso del tren, ovacionado y admirado por los ciudadanos que vivieron en ese tiempo y que mostró que Oruro era el epicentro económico del país, y, que a lo largo de varias décadas aportó notablemente al desarrollo de otras regiones como Santa Cruz, La Paz y Cochabamba, principalmente.

La Plaza 10 de Febrero fue también el lugar donde se gestaron las revoluciones, entre ellas, la del Manifiesto de Agravios de 1739, o la revolución del 10 de Febrero de 1781. Desde allí también se dirigieron varios golpes de estado de los primeros gobiernos republicanos.

O como ocurrió en 1899 con la mal denominada Guerra Federal, que al finalizar dicha confrontación, se convirtió La Paz en la sede del país, cuando el general Pando estaba en el poder.

Otro aspecto que no podemos dejar de lado, es que la Plaza 10 de Febrero es uno de los lugares más importantes cuando año tras año, se desarrolla el Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

HISTORIA

La Plaza 10 de Febrero data desde 1606 de acuerdo al acta de fundación de la ciudad de Oruro, tenía el nombre de Plaza Mayor y la Plaza del Rey, que correspondía al estilo de plazas españolas donde no había vegetación, sólo había arcos de ingreso y un rollo, que era una columna en el medio de la plaza donde en periodos festivos se colocaba el estandarte real.

Una de las actividades principales que se desarrollaban en la Plaza de Armas, era la presentación de las milicias y de paseo para los grupos sociales españoles, que se concentraban en la plaza.

El estilo español continúa en la Plaza hasta los primeros años de 1900, para luego cambiar a un estilo francés por influencia de los habitantes de esa época. La arquitectura francesa tanto en edificios, también influye en la arquitectura de la Plaza, por eso se inicia con la arborización y posteriormente llega a denominarse con su nombre definitivo “Plaza 10 de Febrero”, en honor a la fecha de la gesta libertaria de Oruro ocurrida el 10 de Febrero de 1781.

La nueva plaza comenzó a tener una serie de elementos como las fuentes de agua, los recorridos que están dirigidos por las jardineras que están alrededor, además del kiosco, todo al estilo francés. Se vuelve en un espacio público y la actividad es más intensa. Es parte de la concentración de masas y se vuelve en un referente importante de la ciudad.

Actualmente la fuente de agua está iluminada durante la noche y cambia de colores, lo que la hace atractiva, principalmente para el paseo familiar.

FUENTE

La fuente de agua es el centro de la Plaza 10 de Febrero, su diseño francés hace atractivo al lugar con la caída de agua que tiene a través de varios elementos, entre ellos los querubines y una esbelta dama que se encuentra en la parte superior del adorno de la fuente, también existen aves de metal que le dan una simbología muy especial.

Alrededor de la fuente están otros atractivos que no existen en ninguna plaza de Bolivia, como son sus animales hechos en bronce, cuatro leones, dos perros, un jabalí y un lobo, distribuidos equitativamente. Estos objetos llevan una inscripción en francés en la parte inferior que indica: “Fonderies d’art Val D’osne 58 B Voltaire Paris A.J. (sin año lamentablemente)”.

Estos animales en bronce son una distracción, principalmente, para los niños que se suben a los animalitos y los adultos aprovechan para sacarse fotografías y disfrutar del paisaje.

KIOSCO

El kiosco de la Plaza 10 de Febrero también tiene historia, construido en 1898 por el prefecto de ese entonces. Muestra un diseño único en su especie, con figuras que a simple vista no son notorias.

En el kiosco hace mucho se realizaban las famosas retretas dominicales nocturnas que a la fecha se perdieron, por el desinterés que creció en autoridades y ciudadanos locales.

Personas que vivieron hace muchos años, señalaron que varios aspectos cambiaron del kiosco, entre ellas las puertas, que desaparecieron al igual que algunas barras que estaban originalmente colocadas y que fueron reemplazadas, por el deterioro que sufrieron a través del tiempo.

También cambió el farol que había en el techo y que hoy fue reemplazado por una luminaria más moderna. Los detalles en las columnas de las torres de metal que sostienen el techo del kiosco muestran un par de estrellas en cada esquina y un decorado con diversidad de hojas hechas de metal.

La parte metálica que son las barandas del kiosco también tienen su propia peculiaridad, que se pueden distinguir en las hojas, aves y mariposas, todas estas en relieve y colocadas cuidadosamente como adornos.

Las columnas de metal también tienen una inscripción que en muchas de ellas se están perdiendo por el paso del tiempo e indican: “W. Macfarlane & Co. Glasgow”, seguramente la firma del fundidor de dichos pilares.

Ahora lamentablemente el techo está deteriorado, incluso, existe una abertura en la parte noreste que sirve de ingreso a un improvisado palomar, un día se sacó a una paloma muerta de ese lugar.

MONUMENTO

El monumento a Aniceto Arce refleja en sus placas las gestiones que hizo el ex mandatario, para que ingrese a la Plaza 10 de Febrero por primera vez el ferrocarril, que sucedió el 15 de mayo de 1892, no por algo en una de las plaquetas se señala: “Homenaje de Oruro al gran Pdte. Dr. Aniceto Arce precursor del progreso y la grandeza de la Patria”.

También existe otra plaqueta que indica: “Al iniciador de los ferrocarriles en Bolivia Dr. Aniceto Arce”.

A ambos costados del monumento fundidos en bronce y alto relieve el escudo nacional de Bolivia y el escudo del departamento de Oruro, que con el transcurrir de los años, la pintura que se colocó, fue haciendo desaparecer varios detalles que son poco notorios a simple vista.

ÁRBOLES

Sabemos que hace algunos años, los árboles de la Plaza 10 de Febrero sufrieron la invasión de una plaga que mató a varios de ellos, en los cuales se encontraban los árboles centenarios. Esa plaga denominada como Pulgón Negro, se encargó de destrozar nuestra naturaleza y pese a que se hicieron los esfuerzos del caso, muchos de esos árboles no pudieron salvarse y fueron condenados a muerte.

A la fecha fueron talados 24 árboles, el único rastro que queda es un tocón que sobresale de la superficie de la tierra. El árbol que recientemente fue talado tenía más de 100 años de existencia y en estos días lo sacaron, volviendo más rala la diversidad de la plaza. En la actualidad sobreviven 107 árboles, unos más cuidados que otros y uno que otro que está en agonía.

Entre los árboles resaltan las palmeras que se adaptaron perfectamente al clima de nuestra ciudad, rompiendo cualquier concepto de gente interesada que señala que en Oruro no se puede reproducir o mantener especie animal o vegetal que no haya nacido en este lugar.

Al sacar el árbol centenario ocasionó una serie de destrozos a los postes de luz que se encuentran al medio de la Plaza, matando al mismo tiempo, la luminosidad que existía cuando esos postes de luz fueron estrenados, con motivo del IV Centenario de fundación de la ciudad de Oruro.

DESCUIDADA

Actualmente la Plaza 10 de Febrero está muy descuidada por muchos factores, entre ellos la dejadez de nuestras autoridades, que no preservan o ayudan a preservar el gran legado que esconde ese espacio, que también se convierte en un espacio de recreación no sólo para los orureños, sino para cuanto visitante llega a nuestra capital.

Ese reflejo se nota cuando comentan e indican que nuestra Plaza es una de las mejores de Bolivia, por todas las características que encierra y los detalles imperceptibles que tiene a simple vista.

Otro de los aspectos que llama la atención que sí o sí, la Plaza 10 de febrero se ha constituido como el centro de paso de las marchas de protesta, donde las organizaciones sociales, sectores sindicales hacen escarnio de su asfalto con la explosión de cargas de cachorros de dinamita que dañan su estructura con el paso del tiempo y que ninguna autoridad ha tenido el valor de prohibir que se hagan explotar ese tipo de objetos durante esas movilizaciones.

Y como los orureños, en su mayoría, no tienen el amor por su tierra, pues hacen lo que les da la gana con la Plaza, desde ensuciarla hasta destruirla, bueno, como no consideran parte suya, sólo aportan a su desmejoramiento.

Les decíamos nuestra Plaza se encuentra descuida, cualquier día se convierte en un mercado, vendedoras y vendedores de helados, pastillas, globos u objetos que se inflan con aire, pasankallas más conocidas como tostado, jugos de naranja, comida para palomas y otros que afean y hacen perder el encanto de la Plaza 10 de Febrero.

El lugar también es utilizado por una serie de instituciones locales que realizan ferias y actividades de toda índole, y, como en la ciudadanía orureña no existe una cultura por la limpieza, se deja la basura en cualquier lugar de la Plaza, sin que autoridad o ciudadano alguno haga algo al respecto.

Ni qué decir de los espacios verdes, todos se encuentran descuidados, haciendo notar que en Oruro no podría cultivarse ninguna especie, pero no por el clima que tenemos, que nada tiene que ver en este asunto; sino por la falta de autoestima del orureño que no cuida lo que tiene, sino que espera que le molesten desde otras regiones para que recién reaccione para defender su patrimonio.

Las palomas, si bien son criaturas de Dios, se fueron convirtiendo en un peligro no sólo para la salud de los ciudadanos sino para la misma Plaza 10 de Febrero, porque el piso, día que pasa, se vuelve más negro por el excremento nocivo de las infelices aves, que si bien son un decorado para muchas personas, para otras son un peligro por cantidad de enfermedades que pueden producir. Esa situación se repite durante el día.

Pero, durante la noche, los ratones se convierten en los amos de la Plaza, ese hecho se experimenta cuando usted se sienta en cualquiera de los bancos del lugar. A su espalda notará movimientos extraños, que no son de personas sino de pequeños ratones que se camuflan con la oscuridad, para no ser presa de la mano del hombre. Se suben a los árboles y luego se esconden en las pequeñas madrigueras que tienen en varias jardineras.

Al margen de esos males, observo que la Plaza 10 de Febrero no puede esconder su gran atractivo, evidentemente, como vivimos y pasamos día a día en el lugar, el paisaje se nos hace monótono y no notamos las maravillas históricas y arquitectónicas que podemos encontrar en un espacio que se encuentra en el centro de nuestra ciudad y que es un deber de los orureños cuidarla, porque refleja la imagen que debe tener la ciudad de Oruro.

Fuente: LA PATRIA
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