Falsas expectativas en el acuerdo del reinicio de relaciones con EE.UU.
21 nov 2011
Fuente: LA PATRIA
Han pasado muchos días desde la firma de un documento especial de orden diplomático entre los Estados Unidos de Norteamérica y Bolivia, a través de altos funcionarios que representaron oficialmente a sus superiores y que con grandes sonrisas estamparon sus rúbricas en sendos documentos que en realidad reabrieron las gestiones futuras de un verdadero restablecimiento de relaciones, las que fueron rotas hace tres años atrás.
Una vez que se conoció el informe sobre esa suscripción del nuevo acuerdo se crearon condiciones favorables, especialmente en algunos sectores nacionales como el de los exportadores de textiles y cueros que siguen tratando de vender sus productos a otros países y no logran satisfacer sus planes para compensar la pérdida del mercado en EE.UU.
Aunque sin conocerse en detalle los puntos del referido acuerdo, que por supuesto tiene sus “reservas” diplomáticas, por lo menos se sabe que en el mismo no se incluyen detalles pormenorizados de ciertos rubros particulares, como por ejemplo el más sensible que tiene que ver con la reposición de las Preferencias Arancelarias Andinas (Atpdea) a favor de Bolivia, ya que ese asunto no depende directamente del Presidente Obama o sus ministros, su restitución deberá tramitarse en niveles del Congreso del país del Norte, donde además se analizarán los informes sobre la lucha de nuestro gobierno contra el narcotráfico, por tanto sólo ese asunto tendrá su demora burocrática.
En nuestro medio, sabiendo ya de las restricciones que existen para reponer de manera práctica varios acuerdos bilaterales con EE.UU., nuestras autoridades insisten en señalar que “el Atpdea no afecta a la economía nacional y que los exportadores tienen abiertos varios mercados alternativos”. Una verdad a medias y muy lejos de la realidad que sienten de manera directa quienes exportaban textiles y cueros, sólo dos rubros como ejemplo, sin mencionar otra cadena de productos que actualmente no tienen mercado externo.
Lo que preocupa es que en los niveles “esquemáticos” de gobierno no se quiere reconocer en su justa dimensión los problemas que afectan los sistemas de comercio externo y como en el caso presente ya se habla de la negociación de un “nuevo acuerdo comercial, más favorable y más seguro” que será delineado – recién – a través de otro organismo más que aumentará la burocracia y que tendrá la misión de tratar aspectos de comercio e inversiones
Estamos frente a una situación muy concreta y es que el restablecimiento de las relaciones con EE.UU., tendrá todavía mucho tiempo por delante, todo el que quiera el país del norte, que en realidad marca las reglas de juego aunque en nuestra cancillería se esmeren en querer convencernos de lo contrario.
Son varios los temas que deben reencaminarse en la visión de unas fluidas relaciones, tan normales como para insistir por ejemplo en el trámite de extradición de un ex presidente, asunto que según se sabe está paralizado porque se perdió en la legación boliviana un documento clave del proceso.
La experiencia debe enseñar a nuestras autoridades a obrar con mucho tino en las decisiones que afectan nuestras relaciones internacionales, pues está visto que es muy fácil quebrar los esquemas, pero muy difícil y moroso recomponerlos como quisiéramos en función de mutuos intereses. De momento sólo estamos viviendo falsas expectativas, es cuestión de tiempo.
Fuente: LA PATRIA
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